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Lugar: Argentina

miércoles, 16 de diciembre de 2015


"El precio del dólar lo va a decidir mañana el mercado".

Ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay

sábado, 12 de diciembre de 2015


"Voy a seguir siendo siempre el mismo"

"Las cosas salen bien cuando se arma el equipo"

"Unidos en la diversidad"
"Pobreza cero, derrotar el narcotráfico y unir a los argentinos"

"Necesitamos inversión inteligente y expansiva"
"Estamos a timepo de impedir que se consolide el narcotráfico"

"Diálogo, respeto y trabajo en equipo"

"Sacar el enfrentamiento del centro de la escena"

"Amor y respeto por la gente"

"Este gobierno va a combatir la corrupción"

"Hace falta osadía de ideas. La entrada al siglo XXI es responsabilidad de este gobierno"

"Mi total apoyo a la justicia independiente"

"No habrá jueces macristas...no puede haber jueces militantes de ningún partido"

"Quiero ser presidente de una Argentina unida y de pie "

"Tenemos que comprender este tiempo sin prejuicios ni rencores"

"Unidos seremos imparables. Vamos juntos"

Mauricio Macri . Presidente argentino


sábado, 7 de noviembre de 2015

¿Los gobiernos deben construir infraestructura para Internet?
–Sí. Igual que construyen autopistas. Tender fibra óptica es lo más importante para la economía, la educación, la cultura. Es ridículo que dejemos que vengan empresas de EE.UU. a hacerlo y cobrarnos cualquier precio para usar Internet.

Peter Sunde


“¿Usted quiere decir que la sociedad de consumo invadió, incluso, Sicilia?”
“No sólo invadió Sicilia sino que la destruyó. Si usted hubiera estado allí hace diez años y volviera ahora, no la reconocería. Todos los jóvenes han emigrado, puede ir en coche durante horas, de un pueblo a otro en Madonia sin encontrar un solo joven: sólo verá viejos y algunos chicos y pollos. ¿Dónde están los jóvenes? Se fueron a Alemania, a Francia o al norte de Italia, donde llevan un tipo de vida totalmente alienante que destruye su sistema de valores; lo reemplazan por otro que, para ellos, son locos y absurdos. Esos valores les son impuestos por los horrores de la televisión, la radio y otros medios de comunicación, la infraestructura, la moda, etcétera. Durante años tuve que vivir con este horror. Al principio, ya se lo dije, reaccioné reafirmando los antiguos valores que iban a ser reemplazados y destruidos. Ahora que la situación no tiene remedio, a menos que me suicide o huya de Italia, de poder adaptarme a lo que llega, así como lo ven, mis películas reflejan la nueva y horrible realidad italiana”.

Se trataba de recordar que esos grandes escritores eran también personas. Que gente normal que dormía, cagaba y meaba era capaz de escribir aquellas cosas. La excelencia artística no quiere decir perfección humana. En el mundo hay analfabetos destripando terrones que son personas extraordinarias. Y músicos sublimes que son perfectos canallas.



miércoles, 21 de octubre de 2015


El lenguaje es una piel. Yo froto mi lenguaje contra el otro. Mi lenguaje tiembla de deseo. La emoción proviene de un doble contacto: por una parte, toda una actividad discursiva viene a realzar discretamente, indirectamente, un significado único, que es "yo te deseo", y lo libera, lo alimenta, lo ramifica, lo hace estallar (el lenguaje goza tocándose a sí mismo); por otra parte, envuelvo al otro en mis palabras, lo acaricio, lo mimo, converso acerca de estos mimos, me desvivo por hacer durar el comentario al que someto la relación


Roland Barthes, Fragmentos de un discurso amoroso

domingo, 27 de septiembre de 2015

“Hay muchos motivos para la esperanza, con los avances hechos en 20 años, pero demasiados gobiernos siguen reprimiendo los derechos básicos de las mujeres”
 Samantha Power

 “Los derechos de las mujeres son también derechos humanos. ¿No es una desgracia para la humanidad que tengamos que seguir subrayando esto?”
 Angela Merkel

“Veinte años más tarde, observamos algunos cambios, pero no hemos llegado aún a nuestro destino. 
 Gertrud Mongella


Pocas mujeres para hablar de mujeres en la ONU

jueves, 17 de septiembre de 2015

Quiero a esa chica, y rápido Bastaba una señal al jefe de la escolta para que este supiera que el comandante quería acostarse con alguna de las mujeres con las que se había cruzado en su camino, como una diplomática o una periodista. Entonces, el equipo de seguridad emprendía un “peinado de información profundo” sobre la elegida. A veces, acondicionaba alguna de las casas del dirigente a las afueras de La Habana, “habilitadas para el efecto”.....

Su primera experiencia sexual Las primeras veces de Fidel Castro ocurrieron cuando él tenía siete años y con una criada llamada Nereida. El dirigente no escatima en detalles (según el libro) sobre los escarceos que vivían juntos, cuando ella fingía ir a trabajar con los animales y él decía salir al campo a jugar. “Los roces y palpares eran conducidos de forma cada vez más deliberada a un clímax que aprendí a emparentar con la palabra orgasmo. Tras semanas de esfuerzo, me extrajo las primeras gotas de un líquido entre graso y acuoso que yo descarté inmediatamente como orine”. Eso sí, no hubo penetración en estos primeros escarceos.

Fidel se ha muerto muchas veces La idea de que Fidel Castro hubiera muerto en algún momento ha sobrevolado mil veces la Historia reciente, pero se escuchó por primera vez antes de la Revolución Cubana, durante su exilio en México, entre 1955 y 1956. El revolucionario ya era entonces líder de la oposición, y Batista pretendía desmoralizar así a sus partidarios.

La técnica del puro con la que ganaba negociaciones Los cigarros habanos fueron fundamentales en el gesto del revolucionario, que recurría a ellos cuando prefería seguir escuchando a dar la réplica a su conversador. Al dejar de fumar, lo sustituyó por un inhalador, que también “usaba para ganar tiempo” antes de dar una respuesta. Es una técnica que copió de Stalin, que pasaba el día con una pipa apagada en la boca.

Matar es natural En el libro, Castro no duda en hablar con ligereza, y también con frivolidad, de las ocasiones en las que ha quitado la vida a otras personas: no solo como soldado, sino como verdugo, una vez proclamada la Revolución. “No importa la cantidad de gente que mates. Basta con uno. Cuando pasas de ese número, el rostro de la víctima se pierde”, reflexiona el dictador, según el libro novelado de Fuentes.

Escarceos sexuales

sábado, 12 de septiembre de 2015

¿Por qué la gente no sonríe en las fotos antiguas? Tal y como los usuarios que le hacen esa pregunta a Google han podido comprobar con exactitud, existe una lúgubre ausencia de sonrisas en las primeras fotografías de la historia. Los retratos fueron uno de los principales atractivos de la fotografía desde su invención. En 1852, por ejemplo, una chica posó para un daguerrotipo con la cabeza ligeramente girada, lanzando al objetivo una mirada firme y segura, y sin sonreír. Así, queda conservada para siempre como una joven de lo más severo. Esa severidad aparece por doquier en las fotografías victorianas.
Charles Darwin, que según todas las fuentes era un hombre afable y un padre cariñoso y bromista, parece congelado en la melancolía en todas sus fotos. En el gran retrato del astrónomo John Frederick William Herschel realizado en 1867 por Julia Margaret (ver más abajo), su profunda introspección taciturna y su pelo enmarañado, bañado por la luz, le daban el aire de un rey Lear trágico. ¿Por qué nuestros ancestros, desde los desconocidos que posaban para retratos familiares a los personajes famosos y de renombre, se ponían tan sumamente tristes delante del objetivo?

¿Por qué la gente no sonríe en las fotos antiguas?

jueves, 13 de agosto de 2015

"La sociedad actual trata a la gran masa de pobres de una manera verdaderamente repugnante. Se les trae a las grandes ciudades donde respiran una atmósfera mucho peor que en su campiña natal. Se les asigna barrios cuya construcción hace que la ventilación sea mucho más difícil que en cualquier otra parte. Se les quita todos los medios de mantenerse limpios, se les priva de agua al no instalárseles agua corriente sino mediante pago y contaminando de tal modo las corrientes de agua que no podrían lavarse en ellas. Se les obliga a arrojar todos los detritos y basuras, todas las aguas sucias. A menudo incluso todas las inmundicias y excremento nauseabundos en la calle, al privárseles de todo medio de desembarazarse de ellos de otro modo y se les obliga así a contaminar sus propios barrios. Pero eso no es todo. Se acumulan sobre ellos todos los males posibles e imaginables."

Friedrich Engels

domingo, 9 de agosto de 2015


“La rama más tradicional y humanística, incluso antiempresarial, de la sociología tiene como objeto hacer la conducta humana menos perceptible, activando fuentes de decisión internas, y motivadoras, que proporcionen a los seres humanos un conocimiento más que suficiente de su situación para ampliar de este modo la esfera de su libertad de elección”.

"La buena sociología (“es mucho más que la acumulación de datos”) ayuda a la gente a “hacer equivocarse a los encuestadores”, porque construye ciudadanos menos previsibles y manipulables por tener mayor conciencia de la matrix que integran y así, progresivamente, puedan dejar de ser “víctimas de sus circunstancias y convertirse en creadores de la propia historia”.

"Hoy todo es social: la economía, la política y los medios, comenzando por las redes sociales "


 Zygmunt Bauman

domingo, 2 de agosto de 2015


El escritor Noam Chomsky de los EEUU habla de los mecanismos detrás de la comunicación moderna, un instrumento esencial de gobierno en los países democráticos, tan importantes para nuestros gobiernos como la propaganda es a una dictadura.
– Empecemos por el asunto de los medios de comunicación. En Francia, en mayo del 2005, con ocasión del referéndum sobre el tratado de la Constitución Europea, la mayor parte de órganos de prensa eran partidarios del ”sí”, y sin embargo 55% de los franceses votaron por el ”no”. Luego, la potencia de manipulación de los medios no parece absoluta. ¿Ese voto de los ciudadanos representaría también un ”no” a los medios?

– El trabajo sobre la manipulación mediática o la manufactura del consentimiento hecho por Edgard Herman y yo no aborda la cuestión de los efectos de los medios en el público [1]. Es un asunto complicado, pero las pocas investigaciones que profundizan en el tema sugieren que, en realidad, la influencia de los medios es más importante en la fracción de la población más educada. La masa de la opinión pública parece menos tributaria del discurso de los medios. Tomemos, por ejemplo, la eventualidad de una guerra contra Irán: 75% de los norteamericanos estiman que Estados Unidos debería poner fin a sus amenazas militares y privilegiar la búsqueda de un acuerdo por vías diplomáticas.
Encuestas llevadas a cabo por institutos occidentales sugieren que la opinión pública iraní y la de Estados Unidos convergen también en algunos aspectos de la cuestión nuclear: la aplastante mayoría de la población de los dos países estima que la zona que se extiende de Israel a Irán debería estar completamente despejada de artefactos de guerra nuclear, comprendidos los que poseen las tropas norteamericanas de la región. Ahora bien, para encontrar este tipo de información en los medios, es necesario buscar mucho tiempo.
En cuanto a los principales partidos políticos de los dos países, ninguno defiende este punto de vista. Si Irán y Estados Unidos fueran auténticas democracias en cuyo interior la mayoría determinara realmente las políticas públicas, el diferendo actual sobre lo nuclear ya estaría sin duda resuelto. Hay otros casos así.
En lo que se refiere, por ejemplo, al presupuesto federal de Estados Unidos, la mayoría de norteamericanos desean una reducción de los gastos militares y un aumento, por el contrario, en los gastos sociales, créditos otorgados a las Naciones Unidas, ayuda económica y humanitaria internacional, y por último, la anulación de las bajas de impuestos decididas por el presidente George W. Bush a favor de los contribuyentes más ricos.
En todos estos asuntos la política de la Casa Blanca es totalmente contraria a los reclamos de la opinión pública. Pero las encuestas que revelan esta oposición pública persistente raramente son publicadas en los medios. Es decir, a los ciudadanos se les tiene no solamente apartados de los centros de decisión política, sino también se les mantiene en la ignorancia del estado real de esta misma opinión pública.

– Cuando se les pregunta a los periodistas, si sufre presiones responden inmediatamente: ”Nadie me ha presionado, yo escribo lo que quiero. ” Es cierto. Solamente, que si tomaran posiciones contrarias a la norma dominante, ya no escribirían sus editoriales. La regla no es absoluta, desde luego; a mí mismo me sucede que me publiquen en la prensa norteamericana, Estados Unidos no es un país totalitario tampoco. Pero cualquiera que no satisfaga ciertas exigencias mínimas no tiene oportunidad alguna de alcanzar el nivel de comentador con casa propia.

El sistema de control de las sociedades democráticas es muy eficaz; instila la línea directriz como el aire que respira. Uno ni se percata, y se imagina a veces estar frente a un debate particularmente vigoroso. En el fondo, es mucho más rendidor que los sistemas totalitarios.
No olvidemos cómo se impone siempre una ideología. Para dominar, la violencia no basta, se necesita una justificación de otra naturaleza. Así, cuando una persona ejerce su poder sobre otra -trátese de un dictador, un colono, un burócrata, un marido o un patrón-, requiere de una ideología que la justifique, siempre la misma: esta dominación se hace ”por el bien” del dominado. En otras palabras, el poder se presenta siempre como altruista, desinteresado, generoso.


Noam Chomsky
”El lavado de cerebros en libertad es más eficaz que en las dictaduras”
(*) Periodista de Le Monde Diplomatique. Francia, en manueldammert.com

domingo, 26 de julio de 2015

"Creo que mayormente tenemos sólo una idea vaga -quizás defensivamente vaga- de lo que Freud está diciendo, especialmente porque en el campo de la cultura popular su trabajo ha sido procesado para suavizarlo, hacerlo más aceptable, reducir su perspicacia, su complejidad -y, supongo, su dificultad- y convertirlo en una fantasía acogedora y tranquilizadora"
 Nicholas Ray

 "Para nosotros ya no es una persona, sino todo un clima de opinión"
 W.H. Auden

 ""No tienes que leer a Freud para vivir en un mundo donde Freud es importante o para pensar de manera freudiana.Desde una perspectiva histórica, es parte de un movimiento general donde la gente empezó a mirarse más hacia adentro"
Stefan Marianski

 "la razón por la cual Freud se convirtió en semejante fuerza cultural es que llegó a la cultura popular a través del cine"
Oliver James


Las frases de Sigmund Freud que usamos sin darnos cuenta

miércoles, 15 de julio de 2015

"Las luchas de independencia, como cualquier otra contienda de magnitud y duración similar, produjeron en abundancia héroes y heroínas; pero sin duda sólo unos pocos de ellos han pasado a los libros de los historiadores. E incluso los que allí llegaron fueron moldeados por éstos, aun al punto de volverse seguramente irreconocibles para quienes los trataron. Uno de esos casos es el de Juana Azurduy. Su papel en aquellas guerras fue destacado; pero el carácter mítico que ha adquirido posteriormente su figura no se condice ni con su accionar ni con su lugar social. Miembro de la élite propietaria altoperuana, ni a ella ni a su esposo Padilla se les conocen medidas concretas en favor de los muchos esclavos o arrenderos que debieron poblar sus haciendas. En el caos sangriento que fue la guerra de guerrillas altoperuana, identificar vencedores y vencidos; pretender adjudicar a unos o a otros rótulos de excelencia moral, suena más bien a sarcasmo. La introducción de Azurduy, en el último cuarto del siglo XIX, en el panteón de los héroes patrios, requiere la previa deconstrucción de éste: para la Nación que buscaba dolorosamente constituirse, contar con un grupo de figuras en el cual reflejarse era una necesidad, un deber. Así, las grandes obras de los fundadores de nuestra historiografía se labraron en torno a la construcción de héroes. Un héroe era algo mucho más concreto que un país que aún apenas si existía. Pero, por definición, en un panteón se veneran dioses; y ningún hombre o mujer de carne y hueso lo es. Por ello, no puede extrañar que entre la imagen construida posteriormente, y la realidad, la distancia sea tan grande: por ello es absurdo ver en Azurduy una defensora póstuma de esos indígenas que eran sus huestes, a los que involucró en una guerra sin cuartel en la que nada o muy poco habrían de ganar. Puestos a comparar figuras escultóricas, hasta puede decirse que en los tiempos de Cristóbal Colón esos indígenas al menos contaban con fuertes voces levantadas en su defensa, como la de Bartolomé de las Casas. En cambio, cuando el régimen colonial estaba a punto de derrumbarse, el peso de los privilegiados sobre la masa de tributarios y mitayos indígenas había ido adquiriendo todos los vicios de una larga opresión. Azurduy no luchó contra ellos, sino contra otros criollos como ella, en una lucha cuyo objetivo era el poder, antes de que la claridad misma de ese objetivo se ahogara en un mar de sangre. Poco de ello ha quedado en la visión edulcorada que aún sostienen algunos historiadores: otras cosas la han reemplazado, más amables quizá, pero también menos ciertas." Julio Djenderedjian es Doctor en Historia, profesor de Historia Argentina en la UBA e investigador independendiente del CONICET.

lunes, 13 de julio de 2015

“No debemos dejarnos confundir, pues las ideas del imperialismo siguen siendo las mismas. Tenemos que adquirir mayores conocimientos y una fuerte preparación; saber que, mismo como han planteado las autoridades de Estados Unidos, ellos por ahora sólo cambian los métodos para intentar, mediante otras formas, destruir el sistema político de Cuba. Todo el mundo sabe por qué en Cuba no hay más Internet, porque ello tiene un alto costo. Existen algunos que nos la quieren dar gratis, pero no lo hacen con el fin de que el pueblo cubano se comunique, sino con el propósito de penetrarnos y hacer trabajo ideológico para lograr una nueva conquista.”
(De José Machado Ventura, el número dos del gobernante Partido Comunista de Cuba al periódico Juventud Rebelde.)

domingo, 12 de julio de 2015


Furio Giunta -Creía que Colón era un héroe en los Estados Unidos.
Ralph Cifaretto -Son los aborígenes y los malditos comunistas. Quieren pintar a Colón como un traficante de esclavos y no como un explorador.
Christopher Moltisanti -Tienes que admitir que masacraron a los aborígenes.
Silvio Dante -Les dimos muchas cosas para compensar eso.
RC -Tierras, reservas…
SD -Y ahora los casinos.

Tercer episodio de la cuarta temporada de Los Soprano, probablemente uno de los cinco mejores capítulos de toda la serie. El capítulo gira en torno a la controversia que genera la figura de Colón en Newmark, New Jersey. Por un lado, la colectividad italiana; por otro, la comunidad aborigen. En principio todo parece ser una disputa por la memoria de “El Descubridor” de América, entre aquellos que pretenden recordarlo como un “explorador” y los que prefieren recordarlo como un “genocida”.

“Escuchen esta mierda (señala Bobby Baccalieri, y lee en voz alta): ‘El Consejo de Asuntos Indígenas de New Jersey anunció que interrumpirá el Desfile de El Día de Colón en Newark. El jefe del Concejo, Del Redclay, profesor de Antropología Cultural dice que concejales y partidarios se acostarán en el camino para protestar contra el rol de Colón en el genocidio de los pueblos aborígenes de los Estados Unidos. Para comenzar su protesta, los aborígenes y sus partidarios realizarán una guardia en la estatua de Colón en el Parque Cristobal Colón”





Qué representa una disputa de estas características, por qué la colectividad italiana y la comunidad aborigen de Newark se abrazan a la causa de la memoria con tanta voracidad.“Ellos no lo saben, pero lo hacen”, es la fórmula marxiana que recuerda Zizek en el Sublime Objeto de la Ideología. En el capítulo “El síntoma”, el autor rompe con la idea de que la ilusión ideológica está en el saber, plantea que la ilusión está en la realidad; es en la disputa italianos versus aborígenes donde nos encontramos con una ilusión fetichista. Marx, recuerda Zizek, habla de la “religión de todos los días” y señala: “Las raíces del idealismo filosófico especulativo están en la realidad social del mundo”. Finalmente Zizek pareciera hablarle a los protagonistas de esta historia y afirma: “Saben muy bien cómo son en realidad las cosas, pero aún así, hacen como si no lo supieran”. Esta ilusión es la que el autor llama “fantasía ideológica


Ante la insistencia de la familia, Tony Soprano -no muy convencido de la causa- intenta frenar la protesta aborigen en el desfile del 12 de octubre. Vía Hesh (Jerry Adler), el financista de confianza de la mafia, logra el contacto del jefe tribal de los Mohonks y presidente de Empresas Mohonk. Lo curioso es cuando se encuentran y descubren que es un hombre blanco caucásico de nombre Doug Smith.

-Tengo un casino de 250 millones y una fuerte clientela italoamericana (…) estas organizaciones no entienden la actividad económica que mantiene a la comunidad aborigen. Viví casi toda mi vida como blanco hasta que tuve una epifanía racial y vi que era mohonk: la madre de mi abuela paterna era un cuarto mohonk- explica solemnemente Doug Smith. -¿Todo esto sucedió con Ley de Casinos, no?- pregunta Tony Soprano. -Más vale tarde que nunca- afirma risueño Doug Smith.

Tony Soprano se pone el traje de filósofo y apela al cinismo como forma de ideología, olvidándose de la mistificación que atraviesa a la realidad de la discusión que se generó entre italianos y nativos americanos y interpela a Silvio Dante. “¿Todo lo bueno que tenés en la vida te lo dieron porque eres calabrés? Te diré la respuesta: no. Tenés un hijo inteligente en Lackawanna College, tenés una mujer guapísima -al menos cuando te casaste con ella-. Tenés uno de los bares exóticos más exitosos del norte de New Jersey. ¿Tenés todo porque eres italiano? No, porque sos vos, porque sos inteligente, por lo que sos. ¿Dónde mierda está nuestra autoestima? Esa mierda no viene de Colón, El Padrino ni de Chef Boyardee”.

En Crítica de la razón cínica, Peter Sloterdijk señala que el sujeto cínico está al tanto de la distancia entre la máscara ideológica y la realidad social, pero pese a ello insiste en la máscara: “ellos saben muy bien lo que hacen, pero aún así lo hacen”. Tony tiene bien claro que hay un interés particular oculto tras una universalidad ideología, pero aún así no renuncia a ella. Y está bien. Ya lo dijo Tom Wolfe en su última novela Bloody Miami: “A todo el mundo, a la gente de todas partes, le queda una última cosa en la cabeza: ¡los lazos de sangre! A todo el mundo, en todas partes, sólo le queda una cosa… ¡Volver a la sangre!




domingo, 21 de junio de 2015

"Aunque era refractario a toda la tecnología moderna, hoy Borges habría triunfado más aún en el mundo perverso de Twitter con una maldad de 140 caracteres en los que cupiera el elogio desmedido a escritores menores solo para molestar a los consagrados que podían hacerle sombra; el desprecio al propio idioma castellano, cuyo genio dominaba con una perfección absoluta, hasta el punto de preferir elQuijote leído en inglés; el sarcasmo de zaherir a García Lorcatachándole de poeta andaluz, el de los guardias civiles y gitanos. Y así sucesivamente hasta no dejar títere con cabeza "

 “Yo, a diferencia de otros escritores, no me jacto de lo que escribo, sino de lo que leo”.

“No otorgarme el Nobel se ha convertido en una costumbre escandinava”.

 “Siempre pensé que la democracia era un caos provisto de urnas, ese curioso abuso de la estadística”.

“Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones”.

 “El peronismo no es ni bueno ni es malo, es incorregible”.

 Borges o el color ámbar del universo

martes, 16 de junio de 2015

"El drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad"

 "Las redes sociales le dan derecho de palabra a legiones de imbéciles que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la colectividad”

 “la televisión había aprobado al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior”

“ El drama de Internet es que ha aprobado al tonto del pueblo como el portador de la verdad”

 “ nadie hoy está capacitado para entender si un sitio es confiable o no”

Umberto Eco

viernes, 29 de mayo de 2015


"–El dolor es un dolor social. No creo que las mujeres deban aislarse en su sufrimiento. Yo, como ya lo he dicho alguna vez, justamente en una entrevista que me hiciste hace ya algún tiempo, soy feminista de segunda generación. No soy una nueva conversa. El nuevo converso es siempre más dogmático, más intransigente, incapaz de ver los tonos de gris, las ambigüedades propias de la vida como ella es. Creo que el problema es de hombres y de mujeres, ambos padecen, pero resuelven de formas diferentes su padecimiento. Infelizmente, como expliqué, los hombres son más vulnerables por el mandato de emulación de la posición de poder que los somete pero cuyo patrón de conducta se convierte en su modelo de comportamiento. El hombre, entonces, es violento porque es frágil, porque es constitutivamente inseguro en su masculinidad, y porque, en nuestras costas, es decir, en el paisaje marcado por la colonialidad que habitamos y que nos constituye, es permanentemente emasculado por su condición subordinada y capturado por el modelo de masculinidad de su opresor. Es por esto que digo que el sirve de bisagra, entre los mundos del dominador y de los dominados. Su situación es de una indigencia existencial absoluta. Si a esto le sumamos el tema de la mirada rapiñadora sobre el planeta y sus criaturas (y no olvidemos la raíz común de las palabras rapiña y rape, violación en inglés), tendremos el cuadro completo de la transformación de la vida en cosa, la transformación de las personas en mercancía, en primer lugar el pasaje de las mujeres a esa condición de objeto, a su disponibilidad y desechabilidad, ya que la mímesis de los hombres con la posición de poder de sus pares y opresores encuentra en ellas las víctimas a mano para dar paso a la cadena de mandos y expropiaciones."



La pedagogía de la crueldad

sábado, 16 de mayo de 2015

“Qué barbaridad, 14 años y embarazada”, le escuché decir a uno. Que pueden ser varios. Muchos. Miles. Hablaba de Chiara, a quien su novio enterró tras asesinarla a golpes. Y ahí está, entonces, esa justificación del crimen. La carga, nuevamente, en la víctima. Que tuvo sexo a los 14. Que se embarazó. Horror. Pero… La piba no tuvo sexo sola, ni se embarazó en soledad. Había un pibe. Y ese pibe, de 16 años, decidió matarla a golpes. “Qué barbaridad, 16 años y mató a su novia de 14”, sería el esperado y único razonamiento callejero, o de ambiente laboral, o en las aulas de escuelas, o en los hogares. Más lógico. Más justo. Más sano. Sí, todo eso. Pero como nos interpela, elegimos el razonamiento anterior, que mantiene los patrones que aprendimos de criaturitas. Mientras que seguimos enseñando a las pibas a cuidarse de los violentos, y peor aún, continuamos enseñando a los pibes que son dueños de las pibas. Entonces, las matan. Sólo el año pasado, fueron 11 los pibes que mataron novias”. [Maximiliano Montengro, periodista de Diario Popular] “Ahora resulta que tenemos que entender las razones profundas por las que los hombres nos matan, nos violan, nos acosan, nos pegan, nos meten en bolsas. Ahora resulta que si decimos Basta, ni un minuto más, ni un segundo más, somos feministas, locas, lesbianas, autoritarias. Ahora resulta que si no podemos hablar de otra cosa desde hace días y sentimos desesperación e indignación a cada minuto estamos pasadas de rosca. Si sos intelectual te mandás grandes párrafos psicológicos sobre patriarcado y sublimaciones de la violencia, si sos gracioso hacés stand up y chistes machistas. ¿Sabés qué? Basta. No me hables nunca más de amor cuando es violencia, no digas pasión cuando es muerte, no digas diferencias cuando es sistema patriarcal y machista. Basta. No bancamos un minuto más. ‪#‎NiUnaMenos‬” [Gabriela Cerruti]

viernes, 15 de mayo de 2015

" Hal Varian nunca hace la pregunta obvia: ¿Por qué los ricos necesitan asistentes personales? ¿Pudiera ser que no porque les guste la asistencia personal, sino porque les guste tener tiempo libre? Formular este argumento sería revelar que los pobres, tal vez, no van a poder disfrutar de tanto tiempo libre como los ricos, incluso si se hacen con los más novedosos artilugios de Google. La dialéctica del empoderamiento funciona utilizando caminos misteriosos: sí, los aparatos inteligentes podrían ahorrarnos tiempo: así que podremos emplearlo en trabajar para poder pagar unas más elevadas y personalizadas primas de seguros, o en enviar ese correo electrónico extra relacionado con el trabajo, o en rellenar un formulario extra requerido por algún sistema burocrático recién informatizado." Siervos y señores de Internet

miércoles, 13 de mayo de 2015

Tatuarnos un cuerpo es el resultado de injertar tinta en la dermis. Utilizando materiales estériles, las posibilidades de contagiarnos enfermedades autoinmunes se reduce a cero. El verdadero riesgo lo vivimos cuando lo que queremos tatuarnos es el alma. Ya sea con un amor no correspondido, un reclamo a un difunto, o cualquiera de las infinitas razones individuales. Al hacerlo sobre el alma ocurre algo extraño...: Sufrimos más que con el taladro de la jeringa, y paradójicamente, nada queda escrito.
  Tatuate esta nota antes de tatuarte

Recientemente me enteré de que en Washington existen en promedio cuatro personas dedicadas al cabildeo por cada periodista. A riesgo de ser simplista, cuatro que se dedican a manipular la realidad a favor de uno que la reporta. Cuatro maquilladores por cada desmaquillador, por así decirlo. Y todas las señales revelan que buena parte de esta fuerza de cabildeo se está volcando a las redes sociales transfigurada en un oficio relativamente nuevo: community manager. No hay empresa o institución que no tenga o esté en proceso de construir una unidad para influir en la comunidad digital.

  Amores que dañan

martes, 5 de mayo de 2015

Hermanas y hermanos familiares de los Ausentes de Ayotzinapa: Su lucha es ya una grieta en el muro del sistema. No dejen que se cierre Ayotzinapa. Por esa grieta respiran no sólo sus hijos, también las miles de desaparecidas y desaparecidos que faltan en el mundo. Para que esa grieta no se cierre, para que esa grieta se ahonde y se ensanche, tendrán ustedes en nosotros, nosotras, zapatistas, una lucha común: la que transforme el dolor en rabia, la rabia en rebeldía, y la rebeldía en mañana.
  SupGaleano.

 México, mayo 3 del 2015.

lunes, 27 de abril de 2015

"Los artistas a menudo ocultan los pasos que llevaron a sus obras maestras. Quieren que su obra y su carrera queden envueltas en el misterio de que todo se produce de pronto. Eso se llama ocultar las pinceladas y quienes incurren en ello le sirven mal a la gente que admira su trabajo y busca emularlo. Si uno no ve las notas, las reescrituras y los pasos, es fácil ver el producto acabado y caer en la ilusión de que salió a borbotones de la cabeza de alguien tal cual." "Cuando terminé mi tesis, estaba extremadamente orgulloso y quería que otros la vieran. Se la di a un profesor de humanidades y me invitó a su casa para leer el trabajo en voz alta. Después del primer poema me dijo que sacara lapicera y papel, y tomara notas. Comenzó: "El uso infantil de? El uso pueril? El uso infantil. La torpeza de cliché?" Fue una crueldad humillante tras otra. Y yo tuve que escribir estos insultos. Fueron horas de esto, poema tras poema. Finalmente, me dijo: "Creo que sabes que no eres un poeta". Yo dije: "No, no lo sabía"."

"Si bien ser golpeado de este modo duele, un mecanismo de supervivencia importante que adquirí a lo largo de los años es aprovechar los rechazos y aferrarme a los halagos. El rechazo me enfurece, pero ese sentimiento de que "¡Ya les voy a mostrar!" es un motivador extremadamente poderoso. Ahora estoy en un punto en el que temo que si lo pierdo dejaré de trabajar. Por otro lado, no hay nada como un halago significativo de alguien que uno respeta. En mi juventud, era muy mal estudiante y casi nunca hacía la tarea. Mi maestra de cuarto grado una vez me llevó a un lado, y me dijo: "Hablar contigo es como hablar a las paredes; no escuchas nada. Crees que te las vas a arreglar el resto de tu vida porque eres encantador. Crees que no tienes que trabajar, pero sí tienes que hacerlo". Recuerdo que la miré después de todo esto, y le dije: "¿Así que piensa que soy encantador?"

" Lo que más lamento es que al comienzo de mi carrera fui muy cruel conmigo mismo por no haber logrado nada significativo. Pasaba mucho tiempo tratando de escribir, pero estaba paralizado por lo retrasado que me sentía. Muchos años después advertí que si hubiese escrito sólo un par de páginas al día al final de cada año tendría 500 páginas (y eso sin trabajar los fines de semana). Todo lo que uno haga diariamente es fantástico. Aún sigo escribiendo casi todo de una vez, pero ahora me doy más margen para pensar y perder el tiempo. Sé que es parte de mi proceso creativo."

Matthew Weiner

Extracto de Getting there: A Book of Mentors, por Gillian Zoe Segal. Editado por Abrams Image.



domingo, 26 de abril de 2015


¿Se trataría de un narcisismo social que nos hace sentir poderosos aunque en realidad nos debilita? -

Es que todo esto no me hace sentir poderoso; me hace sentir completamente explotado. Antes de venir a la Argentina tuve que hacer la declaración de impuestos. Todavía me acuerdo cuando uno mandaba toda la información al asesor de impuestos y él se encargaba de todos los cálculos. Ahora tengo que pasarme dos días haciendo los cálculos yo mismo. Pero le tengo que pagar la misma cantidad de dinero al mismo asesor por enviar el documento (risas). Este nuevo sistema social pareciera ser de autoexplotación. Pareciera. De hecho, se nos pone en una situación donde la autoexplotación es algo inevitable. Este nuevo sistema, de alguna manera, es el que nos está explotando. Porque no tenemos la libertad para elegir ni siquiera el modo de explotación, si aparece en cuestiones como pagar los impuestos o viaja. No sé cómo se manejarán en la Argentina, pero en los Estados Unidos los sistemas informáticos se están actualizando todo el tiempo. Asimismo, toda la comunicación con la universidad yo la llevo con Internet: mis estudiantes me presentan los papers a través de Internet, yo los califico a través de Internet, y el sistema informático, que está continuamente actualizándose, me dice todo el tiempo que soy incompatible con los nuevos sistemas recién actualizados. Hago las actualizaciones para que se vuelvan compatibles, pero estos nuevos sistemas son incompatibles con otros programas que vengo usando en otras áreas... Entonces, en vez de dedicarme a enseñar, paso días y días tratando de actualizar mi computadora. -En Volverse público asegura que Internet nos ofrece "una combinación de hardware capitalista y software comunista".

 ¿Esa mixtura estaría presente en los fenómenos de ralentización de la vida cotidiana?

 -Es un nivel diferente. Sería el comienzo de la respuesta a la pregunta de por qué Internet es redituable, cómo genera recursos. Porque, si uno trabaja en Internet, si escribe en Internet, no le genera ningún redito económico a las empresas vinculadas con la web. Es diferente a lo que sucedía en períodos históricos anteriores: en términos marxistas, si estabas trabajando, llevabas ese rédito a las personas que eran propietarias del medio de producción. No es el caso en Internet que, de todos modos, genera recursos. ¿Cómo lo hace? A través de la hermenéutica. Porque Internet está interesado en vos no como escritor, sino como consumidor potencial. Analiza tu proceso de trabajo para anticiparse a tus posibles intereses y deseos de consumo. Si yo envío, por ejemplo, un texto vía mail a Buenos Aires, el sistema informático puede deducir que yo quizás necesite un hotel en Buenos Aires: de alguna manera planifica lo que necesito consumir para seguir produciendo. Cuando mando muchos textos por correo electrónico, me comienzan a llegar mensajes con avisos las mejores pastillas para la depresión (risas). Es que, en Nueva York al menos, se dice que escribir mucho es un signo de depresión.



Boris Groys.

 "La totalidad del espacio social se transformó en espacio de exhibición"


"El neoliberalismo -digamos, la gestión empresarial de la vida- es una lógica global, pero que se dispersa en el infinito de las situaciones (por ejemplo, la escuela, la salud o la naturaleza son gestionadas como empresas). “El todo está en cada una de las partes”, diríamos filosóficamente. Uno no “encuentra” al neoliberalismo más que bajo sus diversos modos de existencia. Es decir, el neoliberalismo está compuesto de prácticas cotidianas, de relaciones sociales y nosotros mismos participamos en esta explotación a la que estamos sometidos."

"Como muchas otras estructuras, por ejemplo la lengua, el neoliberalismo tiene una autonomía, nuclea, orienta la vida de toda situación, pero sólo existe dentro de cada situación concreta. Es decir, no nos equivocamos cuando decimos que el neoliberalismo está por encima de la vida,sobre la vida, pero a la vez esta dimensión sólo se manifiesta como un virus que contamina cada elemento de la vida.Y en ese sentido la respuesta al neoliberalismo no puede ser más que múltiple, difusa, contradictoria y situacional. Resistir no es sólo oponerse, sino crear, situación por situación, otros modos de vida y otras relaciones sociales "

"Uno ve que los ricos están cada vez más ricos, más ofensivos, más destructores, más bárbaros y eso hace pensar que tienen el poder. Pero en realidad, los banqueros, los economistas, los directores de recursos humanos, toda esta basura, no son los amos del neoliberalismo, sino sólo sus servidores sumisos."

"El neoliberalismo se desarrolla como una “estrategia sin estrategas” que tiene una autonomía propia y que no es manejada por nadie. Los que se benefician de él no lo pueden ni dirigir ni orientar. Los estrategas están dentro de la estrategia, no la manejan desde fuera. Es lo que dicen todos años, y lloran por ello, los grandes destructores del mundo cuando se encuentran en Davos."

" hay luchas que son justas y sin embargo no son armonizables, son irreconciliables (al menos en esta época). No se puede exigir la coherencia de la lucha y la armonía de las luchas. Cuando aparece el típico partido que pone juntos a un representante de cada lucha -una mujer, un homosexual, un obrero, un inmigrante, una prostituta, etc.- eso está podrido de entrada. Tenemos que aprender a vivir y a pensar entre situaciones múltiples que deben abandonar todo deseo de armonía. No existe “el movimiento”, sino una pluralidad de situaciones que no encajan, no convergen, no se sintetizan en ninguna unidad."

  Miguel-Benasayag

viernes, 17 de abril de 2015


 " Dicen que nació en Aracataca en medio de un aguacero de diluvio y consta que el día que murió tembló en la Ciudad de México y empezó a llover en su pueblo natal, luego de siete meses y medio de sequía. Dicen que al llegar a la Ciudad de México hace poco más de medio siglo, Mercedes su esposa sintió que podrían hacer vida en un país capaz de volver rojo al arroz para que supiera más sabroso y que ambos visitaron Buenos Aires una sola vez, ya publicada la novela Cien años de soledad,en 1967, al inicio del sueño feliz donde los espectadores de un teatro se ponían de pie para aplaudir a un escritor y consta que al escribir esa novela, el escritor tendió una sábana en medio de la sala de su casa y colocó un letrero que decía que allí, donde se iba apilando en cuartillas blancas el siglo mural de la biografía de toda una estirpe condenada a la soledad, se llamaba “La cueva de la Mafia” y que sus hijos no podían entrar ni interrumpirlo y consta también que al recibir el primer adelanto de regalías de esa misma novela, el autor pidió al gerente del banco que le llevara a casa una maleta retacada con billetes sueltos y que años después, minutos después de que alguien llamara desde Estocolmo, en 1982, para informarle al escritor de que había sido reconocido merecidamente con el Nobel de Literatura, bajó con Mercedes su esposa al jardín, envueltos en batas —y él con zapatos blancos— y consta todo esto, porque el mayor de sus hijos tomó la fotografía en el instante exacto en el que el mundo dejó de ser el mismo de siempre.

Gabriel José de la Concordia García Márquez hijo del telegrafista de Aracataca, nieto y bisnieto de todas las historias posibles que alimentan todos sus párrafos llega hoy al primer año de los primeros cien años de una eternidad garantizada en millones de lectores que han de recrear como enredadera de selva la vasta literatura que transpiró desde que empezó a hilar palabras en tinta. Se confirma su irrefrenable capacidad para narrar como nadie todo lo que los demás comensales de una mesa miran sin observar sobre los manteles y se apuntala la verdad de que por encima de todo lo dicho, arriba de dimes y diretes, al margen o en torno a sus fidelidades y anécdotas, andanzas y aventuras, Gabo dejó no un conjunto de libros inmortales o varios volúmenes de artículos, crónicas y cuentos invaluables, sino una literatura completa: una manera de leer el mundo que se vertía sobre las yemas de los dedos al escribir cada letra sin preocupación por los acentos o separaciones de sílabas."

Un árbol que floreció


"-¿De qué modo repercute este siglo XVIII en América?

-Muchísimo. Como ocurrió en España, estas ideas [del Iluminismo] no cambiaron para bien. Lo que tendría que haber sido una revolución para liberar de verdad a los pueblos americanos no sirvió más que para que una clase se hiciera con el poder y lo mantuviera sobre América. Nunca ha habido allí una revolución sino un cambio de poder, de los españoles a los criollos, y de los criollos a los que fueron sucediendo. La historia de América, como la de España, es una triste historia de posibilidades frustradas. Y también son historias de incultura. Antes teníamos excusa, antes el pueblo era inculto porque no tenía más remedio ni medios para ser culto. Entre el trono, el altar y los poderes nos mantenían analfabetos, esclavizados y sin criterio político. Ahora hay Internet, hay periódicos, la educación es obligatoria. Ahora, el que se pone a ver la televisión y ve un culebrón o el que coge un diario deportivo y no un libro es porque quiere. Hoy el analfabeto es quien quiere serlo. Cuando ves eso, pierdes la compasión.

" -Es un tipo de mujer la que me interesa particularmente para las novelas: esa mujer que tiene una lucidez especial. Es algo muy de mujer, hasta las tontas la tienen, lo que pasa es que no lo saben, y las listas, sí. La mujer tiene una mirada, por razones de tipo genético, biológico, histórico, social y una perspicacia de la que el hombre carece. El hombre tiene que hacerse una biografía; la mujer viene con la biografía ya hecha. Esa lucidez que admiro mucho y desarrollo, estudio y trabajo en mis novelas, aquí está en Madame Dancenis. Llevé mi mirada al siglo XVIII, a esos salones donde las mujeres de clase alta reunían a la sociedad, participaban de tertulias filosóficas, ayudaban a pensadores, músicos, filósofos. Son las mujeres que pasaron a la historia como mecenas y foco cultural de su tiempo. A ellas las he resumido en una sola."

-Estos hombres buenos son peligrosos: "Sólo hay algo a lo que los hombres con cargos públicos, del rey al ministro, temen más que la educación de sus súbditos: la pluma de los buenos escritores", dice uno de sus personajes.

-Y si ocurriese en el futuro, se podría agregar en ese grupo a los periodistas valientes. Eso en la Argentina y en España lo sabemos muy bien. A veces se pagan precios muy altos. Cuando empecé, tenía dieciséis años y quería ser periodista e iba a un periódico de Murcia, La verdad, a hacer colaboraciones. Un día me mandan a entrevistar al alcalde de Cartagena. Le dije que me daba miedo hacerlo mal, que era un chaval? Y ese periodista me dijo: "Mira, cuando lleves un bloc y un bolígrafo, el único que tiene que tenerte miedo es el alcalde a ti".


Arturo Pérez-Reverte


miércoles, 15 de abril de 2015

“Por ti he vuelto a pintar, a vivir, a soñar”

"Te escribiré horas y horas, aprenderé historias para contarte, inventaré nuevas palabras para decirte en todas: te quiero como a nadie"

 "Como no puedo ir a todos los lugares que tú vas, yo te espero a diario en el sillón o en la cama. Guárdame siempre en tu corazón, que yo no te olvido nunca".
 
"Ya mi otra carta será menos idiota, te lo prometo".

Ya mi otra carta será menos idiota, te lo prometo
Frida Kahlo en una de sus cartas

 "Me acordé de tus últimas palabras y empecé a pintar. Trabajé toda la mañana y después de comer hasta que no hubo más luz. Pero luego me sentí extenuada y todo me dolía (...) Por ti he vuelto a pintar, a vivir, a ser feliz. Eres mi árbol de la esperanza".

 “Aún soy tu Mara, tu compañera. Tu amor es mi árbol de la esperanza. Te esperaré siempre. ¿Volverás?”

Frida Kahlo a su amante español

sábado, 4 de abril de 2015

–¿Los reconocimientos representan para usted algo especial?

–No sé por qué ahora me dieron tantos premios. Yo digo: “Acá me muero”. En un nivel digo: “Señores, hay un error. ¡Es un juego el teatro para mí!”. Nunca me lo tomé muy en serio. Es un juego riguroso. El otro día estaban hablando de mí en la facultad. A veces le hablan al personaje, no a mí. Eso es bastante duro. Pero me siento gratificado porque lo que el teatro puede darme es reconocimiento. Me gusta más que el cine. No sé por qué. Quizás porque con una silla, un foco y el cuerpo de un actor ya tenés teatro. A la mierda: es teatro. Eso me fascina. Todavía.

–La vida tiene sus vueltas: en cierto momento, el Estado le prohibió una obra. Y hoy, el Estado lo reconoce como ciudadano ilustre.

–Me pusieron una bomba en el ‘74, en el Payró, por El señor Galíndez. Y prohibieron Telarañas dos años más tarde. Era una obra sobre el fascismo en la familia. Del Payró nos fuimos. Teníamos una cierta gratificación, estábamos invitados para el Festival de Nancy (Francia), que es muy importante. En Francia, durante una semana, una cartelera decía “Pavlovsky-Beckett”. El es un personaje emblemático. Habla en el idioma de la angustia, sin hablar de ella. La angustia de los personajes de Beckett me la enseñó la psiquiatría. El psicoanálisis siempre estuvo ligado a las figuras triangulares, a papá, a mamá... Acá no. Acá es lo devastado. La cosa existencial del vacío. Uno se hace preguntas sobre el sentido de la vida. ¿Qué sentido tiene que haga las mismas cosas todos los días? ¿Tiene alguno?

–Preguntas que no tienen respuesta.

–A Beckett no le importaba si tenían respuesta. No hacía teatro pedagógico. Mostraba. Le preguntaban quién era Godot. “No sé”, decía, “cuando estaba escribiendo vino Godot”. No era un hombre al que le importara mucho que lo entendieran: estaba seguro de estar transmitiendo una vivencia existencial de mucha gente. Tuve la suerte de hacer teatro en el mismo lugar que Beckett. Y le escribí una nota. A los cinco días de llegar a Buenos Aires tenía una respuesta suya. Me decía: “Estoy sorprendido de que a un médico le interese mi teatro. En general a los médicos que conozco no les interesa nada, pero usted me dice que está preocupado por el tipo de angustias. Yo no sé nada, pero me halaga que un argentino vibre con los mismos contenidos emocionales”. Nunca más hablé con él.

–¿No llegaron a cruzarse?

–No, creo que no hubiera sido el contacto que imaginaba. Lo que quería era transmitirle la emoción que produjo en mi vida Esperando a Godot. Me hizo ver el mundo de otra manera. Me abrió formas de escribir y estados emocionales. Fue un hombre extraordinario, muy culto, muy devotamente inclinado hacia lo que le gustaba. Salía todas las noches en París, a chupar. ¡Yo pensaba que era un tipo de laboratorio! Leí la vida de él, no hace mucho. Ionesco era de muy inferior calidad, aunque también era asombrosamente original. En California estaban dando una obra mía y se me acercó un profesor rumano de literatura. Me contó que generó un encuentro entre Ionesco y Beckett. Ionesco le tenía las pelotas hinchadas con que quería conocer a Beckett, quien dijo que fuera a verlo a las doce de un viernes, a comer a un restaurante, él invitaba. Ionesco se moría. Llegó Beckett y se sentó a la mesa como caminaba: con la cabeza hacia arriba. Ionesco estaba nervioso. El profesor era el intermediario. En lugar de mirar a los ojos, Beckett miraba para arriba. Ionesco se movía en dirección adonde él miraba. Estuvieron media hora, Beckett ni lo escuchó. En un momento se paró y dijo: “Muy agradable el rato que he pasado con usted. Voy a volver el viernes”. Y volvió. Otra vez empezó a subir la vista. A la media hora se levantó y dijo: “Ha sido muy gratificante haberlo conocido, lo admiro mucho”. Mentira. Eran los dos vanguardistas en París en los ‘50, no había visto una obra de Ionesco, ni lo conocía. Uno escribe en un sentido, otro en otro; pero el talento lo tenía Beckett. Uno puede escribir parecido a Pinter... pero el talento de Beckett es fuera de serie. Es lo que no se puede hacer.

–¿De dónde viene el talento?

–Creo que hay algo genético. A lo mejor hay un genio trabado en una generación que se destapa en otra. Por ejemplo, mi abuelo paterno era dramaturgo. Escribía sobre la persecución a los intelectuales rusos en la revolución. Sus libros eran testimoniales. Se tuvo que ir de Rusia a los quince años. No lo conocí. Al leerlo, me di cuenta de que sus ideas teatrales eran diferentes a las mías, que corresponden a un período en que el teatro francés era muy bueno. Lo parecido era la ideología: toda la persecución zarista a la familia Pavlovsky es muy parecida a la que viví yo después acá. ¡Qué raro! Ese tipo, al que no conocí, tenía las mismas inquietudes que yo, por la libertad. Y sus hijos eran reaccionarios. Papá era democrático, antiperonista, con muy buenos valores. Hay algo genético. Uno se parece a alguien. Hay una técnica llamada constelaciones familiares.

–En su vida han convivido muchas cosas: la natación, la medicina, el teatro, la psicología: cosas que parecen incompatibles para una sola persona.

–Hay cosas de mí que no sé. Fui campeón sudamericano de natación a los quince años. Papá, campeón argentino de boxeo. De él heredé el rigor. La literatura pasó de otra generación, de mi abuelo hacia mí. Pero, también, había dos Pavlovsky en Mendoza, que eran poetas. Estuvieron en París exiliados. Allá los mantenía un escritor ruso, que les habló de un lugar en Sudamérica donde podían trabajar. Al final, los dos triunfaron en Mendoza. No sé nada de genética. Pero sé que la literatura rusa me produce conmoción.

El psicodrama: salir del círculo edípico

“El teatro es una vocación que empecé jugando. Lo he hecho siempre, aún con compañías desconocidas, marginales”, repasa. Entonces recuerda la fundación, en los sesenta, del grupo Yenesí, con el pediatra Julio Tahier. “Estudiamos con (Pedro) Asquini y (Alejandra) Boero. Una muy buena formación. Eran tipos que trabajaban y a la noche iban a hacer teatro. Estaba (Héctor) Alterio, que vendía Terrabusi y a la noche iba a ensayar... para mí fue un shock. Esa gente, culta y sensible, me abrió un mundo. El otro mundo mío era el del psicoanálisis. Lo hice seriamente, pero me di cuenta de que no era la chispa de mi vida”, expresa.

–¿Qué es lo que le ocurrió con el psicoanálisis?

–Lo que me interesaba del psicoanálisis era la creatividad, la posibilidad de los niños jugando, la capacidad de desarrollo, de juego, la espontaneidad. Esto estaba más incorporado al psicodrama. Me fui a Nueva York, estuve con Moreno, el creador. Era un tipo muy inteligente y megalómano, pero no podía identificarme. Con (Carlos) Martínez y (Fidel) Moccio nos gustaba hacer grupos de niños. En el ‘58 entramos en un hospital, teníamos ocho grupos. Lo hacíamos bien. No había libros en castellano sobre el tema, el primero lo escribí yo. Toda mi vida estuvo ligada a lo grupal y a la creatividad. Sigo trabajando con grupos.

–¿Cuánto tiempo dura la terapia?

–Es una pregunta difícil. El tiempo que le soy útil a alguien que entra a un grupo conmigo es un promedio de dos años. Eso no quita que algunos se queden porque les interesa el espacio, donde pueden convivir y decirse ciertas verdades.

–¿Cómo definiría el psicodrama?

–Es básicamente grupal. Lo terapéutico es estar en grupo. Tener capacidad de consonancia y resonancia con el otro. Aunque puede ayudar, no me curo por lo que el terapeuta interpreta en mí, sino por la capacidad que tengo de darme cuenta de que lo que vos estás diciendo tiene que ver conmigo. No se desvía mucho de la terapia de grupo habitual. Se dramatizan situaciones o fantasías y se estimula la creatividad. Se trata de salir del círculo familiar, para no quedar atrapados en lo edípico. Mi idea es que en un momento no había interés en lo social, que funciona como capacidad transformadora.

Un juego riguroso y transformador

–¿Cómo vive hoy la actuación? ¿Puede establecer relaciones sobre cómo la fue viviendo a lo largo de su vida?

–Eso no lo puedo contestar. No lo sé. Lo que sé es que la actuación es el motor de mi teatro. Empecé a hacer teatro hace cincuenta años, con un grupo pequeño burgués, de novias y novios en San Isidro. Cuando entré al escenario sentí que eso que me estaba pasando no lo había sentido nunca. No hacía el personaje: yo era el personaje. Cabalgo por una de las facetas emocionales del personaje. Es una vivencia excepcional, que me hizo hacer teatro, porque yo era médico.

–¿Sentía que esos universos entraban en contradicción?

–No. Nunca imaginaba dejar la terapia. Así que siempre actué, combinadamente. Hacía teatro una o dos veces por semana, cada vez más. Teatro profesional he hecho con (Carlos) Carella, en Cámara lenta. Un martes, había ido a trabajar y estaba cansado. Llovía. ¡Cómo llovía, mamma mia! Me dicen que se habían vendido seis entradas. ¡La puta, era una obra de dos horas veinte! Le pregunté a Carlos si era conveniente largar esa función. Me fui al camarín. El era mayor que yo, tenía más experiencia. Veo que abre el telón. Y me dice: “Mirá, ¿ves? Mirá esos dos viejitos que están allí”. Tendrían mi edad él y ella, estaban de la mano. Eran muy de clase media que se vestía bien. “Los dos se han tomado tres colectivos para vernos a nosotros. Vamos a hacerles la función a ellos”, dijo Carlos. Quedé sorprendido. Fue una enseñanza de ética.

–¿Qué mutaciones detecta en su teatro?

–Todo mi teatro es muy violento. Y en un giro me convertí, aunque no me siento representado, en un autor político. Me di cuenta de que el teatro era más importante de lo que creía cuando me vinieron a buscar y escapé por la ventana. Luego de eso, un hermano mío almorzó con una fulana que tenía un marido marino, en la dictadura. “Mi hermano no es guerrillero, es militante cultural, de algún partido marxista”, dijo mi hermano. Y el tipo le respondió: “No entiendo bien. ¿Su hermano es el de El señor Galíndez? ¿Y todavía vive?”. Entonces, mi hermano vino llorando.

–¿Y cómo fue que escapó por la ventana?

–Bajé y fui a una comisaría. Habían quedado mis hijos adentro, no me veía escapándome y mis hijos con esa gente. Hice una cosa loca: denuncié que un grupo de ladrones había invadido mi casa. Cuatro policías se ofrecieron a ir. Yo quería ver cómo me iba y adónde, no tenía plata. Bueno, estuve en Uruguay, Brasil y Madrid. El teatro todavía es un juego para mí. Si digo “iba caminando”, no sabe si lo estoy contando o estoy actuando. El teatro ofrece la posibilidad maravillosa de que el otro se confunda. El mío elimina la noción de personaje psicológico.

–¿Le ha servido esta cualidad en la vida? ¿Esto de confundir al otro?

–No... Pero con la mujer... lo único que me conmueve son las minas. He tenido enamoramientos muy grandes. Soy muy ruso para enamorarme. No es solamente un contacto. Es la vida de un ruso doliente. Dostoievski, Tolstoi... (risas)

–Mencionó que detectó la importancia del teatro cuando los militares lo fueron a buscar. ¿Ahora, en democracia, cuál es la importancia de este arte?

–Es importante. ¿Cuántos teatros hay acá los fines de semana? Los americanos que vienen no lo pueden creer. La gente que hace teatro lo hace como búsqueda de una identidad cultural, porque la juventud ha sido muy manoseada. Entonces, se reúne a hablar de teatro y personajes y tiene que estudiar, es un proceso terapéutico. Otra cosa es cómo pensás en democracia. Tengo una idea, muy firme: el teatro es político, pero no por su mensaje. Y un intelectual le debe mucho al país. La obligación es no perder nunca el espíritu crítico. Incluso el kirchnerista tiene que ayudar a Cristina haciéndole puntos críticos. Uno tiene una obligación: escribir y hacer lo que piensa, con libertad.

–¿En qué está el proyecto de hacer una obra con Briski, sobre Stalin?

–Estamos pensando, queremos hacer dos Stalin. Puede ser muy cómico. Por ahora está suspendida esta obra, pero vamos a reunirnos. Otra cosa es el físico. Cómo responde mi físico a determinados esfuerzos, porque yo me cuido mucho. El teatro ha sido un motor transformador de mi vida. Me transformó como intelectual.


Eduartdo Pavlovsky

jueves, 2 de abril de 2015

-Llevo escribiendo críticas del oficio desde los años 60, además de tener en el bolsillo el carnet de periodista. Escribir sobre cierto tipo de periodismo era una idea que me rondaba en la cabeza desde siempre. Hay lectores que han encontrado en Número cero el eco de muchos artículos míos, cuya sustancia he utilizado porque ya se sabe que la gente se olvida mañana de lo que leyó hoy. Hasta el principio del libro es muy mío, pues ese episodio en que el agua no sale del grifo era también el principio de El péndulo de Foucault. Por aquel entonces, alguien me dijo que no era una buena metáfora, y la quité; pero ahora me gustó esa idea, el agua que se retiene en el grifo y no sale, y tú esperas que por lo menos salga una gota. Bajé al sótano, encontré aquel primer manuscrito y la volví a usar. Todo es así: en la discusión que hay con Bragadoccio [un periodista clave en la trama de la novela] sobre qué coche comprar, lo que escribo es un listado que hice en los años 90 cuando yo mismo no sabía qué auto quería.
Número cero está llena de referencias al cinismo del editor que pone en marcha un periódico para extorsionar...
-Tenía en mi mente a un personaje de la historia de Italia, Pecorelli, un periodista que hacía chantajes y no precisaba llegar a los quioscos: bastaba con que amenazara con difundir una noticia que podría ser grave para los intereses de otro. Al escribir el libro pensaba en ese periodismo que existió siempre y que en Italia recibió recientemente el nombre de "máquina del fango".
-¿En qué consiste?
-En que para deslegitimar al adversario no hace falta que lo acuses de matar a su abuela o de que es un pedófilo: es suficiente con difundir sospecha sobre sus actitudes cotidianas. En la novela, aparece un magistrado [que existió en realidad] al que no se descalifica directamente, se dice sólo que es estrafalario, que usa medias de colores. Un hecho verdadero, consecuencia de la máquina del fango.
-El director del periódico que no llega a salir, dice a través de su testaferro: "Es que la noticia no existe, el periodista la crea".
-Sí, naturalmente. Mi novela no es sólo un acto de pesimismo sobre el periodismo de fango; acaba con un programa de la BBC, que es un ejemplo de buen hacer. Porque hay periodismo y periodismos. Lo llamativo es que cuando se habla del malo, todos los periódicos tratan de hacer creer que se está hablando de otros. Muchos diarios se han reconocido en Número cero, pero han hecho como que estaba hablando de otro.
-El periodista está retratado también como un paranoico en busca de una historia cueste lo que cueste, y babea cuando cree encontrarla?
-Ocurre cuando Bragadoccio encuentra la autopsia de Mussolini. Siempre he dicho, también cuando escribía novelas históricas, que la realidad es más novelesca que la ficción. En La isla del día antes, describo a un personaje haciendo un extraño experimento para descubrir las longitudes; es muy cómico, y la gente dijo: "Mira qué bonita la invención de Eco". Pues era de Galileo, que también tenía ideas locas. Si buceás en la historia, podés hallar episodios más dramáticos, más cómicos, y también más verdaderos, que los que puede inventar cualquier novelista. Por ejemplo, mientras busqué material para Número cero hallé la autopsia entera de Mussolini. Y se la serví al personaje Bragadoccio, periodista de investigación, que babeaba mientras la iba utilizando para su crónica sobre la conspiración que se inventó.
-Y usted no la inventó, claro.
-Está en Internet, es así. Luego es muy fácil imaginar que un personaje tan paranoico y tan obsesivo como ese periodista empiece a gozar tanto de la autopsia como de las calaveras que encuentra en la iglesia de Milán por donde pasa su historia. También en este caso de la iglesia todo es verdadero: he intentado dibujar una Milán secreta, con esas calles, esas iglesias, que albergan realidades que parecerían fantasías.
-Ahora realidad y fantasía tienen un tercer aliado, Internet, que ha cambiado por completo el periodismo.
-Internet puede haber tomado el puesto del periodismo malo. Si sabés que estás leyendo un periódico como El País, La Repubblica, Corriere della Sera, podés pensar que existe un cierto control de la noticia y te fiás. En cambio, si leés un periódico como aquellos ingleses de la tarde, sensacionalistas, no te fiás. Con Internet ocurre al contrario: te fiás de todo porque no sabés diferenciar la fuente acreditada de la disparatada. Pensá tan sólo en el éxito que tiene en Internet cualquier página web que hable de complots o en la que se inventen historias absurdas: tienen un increíble seguimiento de personas que se las toman en serio.
-Ya es difícil pensar en el mundo del periodismo que protagonizaban, aquí, en Italia, gente como Piero Ottone?
-¡Pero la crisis del periodismo en el mundo empezó en los cincuenta y sesenta, justo cuando llegó la televisión, antes de que ellos desaparecieran! Hasta entonces, el periódico te contaba lo que pasaba la tarde anterior, por eso muchos se llamaban diarios de la tarde: Corriere della Sera, Le Soir, La Tarde, Evening Standard. Desde la invención de la televisión, el periódico te dice por la mañana lo que ya sabías. Y ahora pasa igual. ¿Qué debe hacer un diario?
-Dígalo usted.
-Tiene que convertirse en un semanal. Porque un semanal tiene tiempo, siete días para construir sus reportajes. Si leés Time o Newsweek, ves que varias personas han contribuido a una historia concreta, que han trabajado en ello semanas o meses, mientras que en un diario todo se hace de la noche a la mañana. Un periódico que en 1944 tenía 4 páginas hoy tiene 64, con lo cual tiene que rellenar obsesivamente con noticias repetidas, cae en el cotilleo, no puede evitarlo. La crisis del periodismo es un problema muy grave e importante.
-¿Por qué es tan grave?
-Porque es cierto que, como decía Hegel, la lectura de los periódicos es la oración de la mañana del hombre moderno. Y yo no consigo tomarme mi café de la mañana si no hojeo el diario; pero es un ritual casi afectivo y religioso, porque lo hojeo mirando los titulares, y por ellos me doy cuenta de que casi todo lo había sabido la noche anterior. Como mucho, leo un editorial o un artículo de opinión. Ésta es la crisis del periodismo contemporáneo. ¡Y de aquí no se sale!
-¿De verdad cree que no?
-El periodismo podría tener otra función. Estoy pensando en uno que haga una crítica cotidiana de Internet, y es algo que ocurre poquísimo. Un periodismo que me diga: "Mirá qué hay en Internet, mirá qué cosas falsas se están diciendo, reaccioná ante eso, yo te lo muestro". Y eso se puede hacer tranquilamente. Sin embargo, se piensa aún que el diario está hecho para que lo lean unos señores viejos -ya que los jóvenes no leen-, que además no usan Internet. Habría que hacer un periódico que se convierta no sólo en la crítica de la realidad cotidiana, sino también en la crítica de la realidad virtual. Es un posible futuro para un buen periodismo.
-En su novela, un editor concibe un periódico que no va a salir, para dar miedo. ¿Es una metáfora de lo que sucede?
-Y no sólo. Profundizo en la técnica del dossier. El chantaje consiste en anunciar una documentación, un informe. La carpeta puede estar vacía, pero la amenaza de que existe basta: cada uno tiene un cadáver en el armario o a lo mejor ha tenido una multa por exceso de velocidad hace treinta años. La amenaza de la existencia de un dossier es fundamental. Filósofos ilustres como Simmel y otros han dicho que el secreto más poderoso es el secreto vacío. Además, es una técnica infantil: el niño dice [burlándose]: "¡Yo sé una cosa que vos no sabés!". Y eso es una amenaza. Muchos de los secretos están vacíos y por eso son mucho más poderosos. Luego vas a ver los verdaderos informes y sólo son recortes de prensa. Se venden a un gobierno y a los servicios secretos o a la policía, llenos de cosas que sabíamos todos, menos los servicios secretos.
Número cero es ficción, pero todo se puede verificar en la realidad?
-Es el periodismo real del que hablo. Los periódicos especializados en la máquina del fango existen. No todos usan esta máquina, pero existen los que sí, y por una modesta suma de dinero podría dar los nombres.
-¿Y cómo se sale del fango?
-Dando noticias acreditadas. Además, ¿qué es la máquina del fango? Normalmente se utiliza para deslegitimar al adversario y desprestigiarlo sobre cuestiones privadas. En la época áurea, si no te gustaba un presidente de los Estados Unidos, ya fuera Lincoln o Kennedy, lo matabas; era por así decirlo un procedimiento honesto, como se hace en la guerra. En cambio, con Nixon y con Clinton se produjo una deslegitimación basada en cuestiones privadas. Uno incitaba a robar papeles, el otro hacía cosas con una chica en su estudio. Ésta es la máquina del fango. Aquel juez de Rímini de mi libro (que existió realmente, en otra ciudad) llevaba medias estrafalarias, fumaba demasiado. En realidad, había dictado una sentencia que no le había gustado a Berlusconi. Y lo que hizo la maquinaria del ex primer ministro fue buscar su desprestigio a través de episodios menores. Podés deslegitimar a Netanyahu por lo que hace con Palestina. Pero si lo acusás, pongo por caso, de pedófilo, entonces ya no estarás funcionando con hechos, sino que estás poniendo en marcha la máquina del fango.
-Frente a la máquina del fango?
-Las pruebas, las noticias contrastadas. Al fin y al cabo, en Italia, Berlusconi fue puesto contra las cuerdas contando lo que hacía por la noche en su casa. Se podían decir de él cosas mucho más graves, sobre sus conflictos de intereses, por ejemplo. Pero eso dejaba al público indiferente. Y en cuanto se probó que estaba con una menor de edad, entonces se lo puso en dificultades. Como ves, ¡hasta defiendo a Berlusconi! Él ha sido vencido a partir de revelaciones sobre su vida privada.
-¿Concibe que un día no haya periódicos?
-Es un riesgo muy grave porque, después de todo lo que he dicho de malo sobre el periodismo, la existencia de la prensa es todavía una garantía de democracia, de libertad, porque la pluralidad de los diarios ejerce una función de control. Pero, para no morir, el periódico tiene que saber cambiar y adaptarse. No puede limitarse a hablar del mundo. Ya lo he dicho: tiene que opinar mucho más del mundo virtual. Un periódico que sepa analizar y criticar lo que aparece en Internet tendría una función. En cambio, el diario funciona todavía como si la Red no existiera. ¡Es como si no se ocuparan nunca de su mayor adversario!
-¿Es su adversario?
-Sí. Porque lo puede matar
Umberto Eco