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domingo, 31 de enero de 2010

"No lo olviden a Antonio Carrizo "
Chiqui Legrand

"Yo no estoy en ninguna conspiración"
Carlos Fayt

“un hombre estúpido. Cuando cito a Redrado a mi despacho, me ofreció voluntariamente su renuncia en desacuerdo con las políticas monetarias de la Presidenta. Luego se negó, planteamos las alternativas. Terminó diciendo que era su convicción y que cumplía con su deber. Cuando un hombre estúpido se equivocó dice que cumple con su deber”,
Anibal Fernandez

"Non vale la pena"
Silvio Berlusconi

"Kirchner está como loco porque sabe que va preso"
Luis Barrionuevo

“sí o sí emitirá su dictamen”
Julio Cobos

viernes, 29 de enero de 2010

"La primera en saber el dictamen sobre Redrado será la Presidente"
Julio Cobos



"Cobos se achica frente a Cristina"
Felipe Solá


"cuando uno tiene una reunión así, en la que participan 17, 18 diputados de un asado, se habla de todo...las chanzas...los chistes...". "Pero de ahí a tomar una posición en contra de...es un invento"
Hugo Moyano

Carta abierta a los periodistas del Grupo Clarín


"Si uno está delgado y, además, hace actividad física, entonces siente que tal vez pueda volar con sus sueños, como los pollos"
CFK

”Una disminución de los extracomunitarios en Italia significa menos fuerzas que van a engrosar las filas de las organizaciones criminales"
Silvio Berlusconi

jueves, 28 de enero de 2010

"El Fondo del Bicentenario debe contemplar las deudas de las provincias"
gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti

"No hay que utilizar las reservas para pagar deuda"
Hermes Binner, gobernador de Santa Fe

Cobos pasó a la historia de las traiciones”
Luis Barrionuevo

Schiaretti: "El Fondo del Bicentenario debe contemplar las deudas de las provincias" "Espero que la comisión decida libre de presiones políticas"
Redrado

"Para que los buitres de afuera tengan éxito, tiene que haber buitres autóctonos"
CFK


"Me acabo de enterar de un dato que yo desconocía y que es que la ingesta de cerdo mejora la actividad sexual. Es mucho más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra"
CFK

domingo, 24 de enero de 2010

“Los radicales terminaron poniéndoles una alfombra roja a los traidores”
Nota completa Crítica
Elisa Carrió



"La velocidad de las comunicaciones de multimedia y su rico 'menú de alternativas' podría hacernos creer que es suficiente con estar simplemente en la web", aunque los sacerdotes están "desafiados a proclamar el Evangelio al usar la última generación de recursos audiovisuales"
“Que el señor haga de ustedes heraldos apasionados de la Buena Nueva igualmente en la nueva ‘ágora’ creada por los medios actuales de comunicación”, indicó. Y por si quedaban dudas enumeró: las “fotos, videos, animaciones, blogs y portales de Internet” son “herramientas indispensables para la evangelización y la catequesis” en el siglo XXI

Benedicto XVI

viernes, 22 de enero de 2010

"Una alternativa es sacar a Redrado por la fuerza pública"
Pichetto

"La cultura de Moneta está en el extremo opuesto a la de Rock & Pop y Metro"
Susana Viau


"Si Carrió coincide, algo mal estamos haciendo"
ANÍBAL Fernandez

jueves, 21 de enero de 2010

"Si fuera genia, haría desaparecer a algunos"
" No, soy mortal y estoy orgullosa de ser mortal, jamás voy a poder hacer ni quiero hacer desaparecer a nadie, ya hubo demasiados desaparecedores (sic) en la Argentina. Desaparecedores de identidades, de hombres y mujeres, de niños que todavía buscamos y seguirán buscando incansablemente".


CFK

miércoles, 20 de enero de 2010

"Esto nos pone en el mejor nivel de trabajo registrado de los últimos 30 años"
CFK

"La Presidenta parece asesorada por Gurkas"
Felipe Solá

"El Presidente o Presidenta son los que mandan"
Daniel Scioli

"Un vicepresidente en ejercicio de la Presidencia no puede firmar decretos porque necesita refrenda, es decir la firma de otro ministro, entonces, ¿qué ministro va a estar dispuesto a refrendar una firma de Cobos?"
Yo explicaba que esto viene de lejos: primero, un ninguneo no sólo al vicepresidente sino a todos sus ministros, lo que va generando después actitudes de maltrato y esto termina así, termina mal, desgraciadamente"
EduardoDuhalde

"A Julio Cobos lo veo súper capaz de traicionar, es un símbolo de la traición"
Hugo Moyano

martes, 19 de enero de 2010

"La dilación de la remoción del presidente de la autoridad monetaria del país puede perjudicar al país 10 días es un lapso demasiado largo para estar afuera de la Argentina cuando quien ejerce la Vicepresidencia (Julio Cobos) no cumple con el rol que fija la Constitución".
"Por eso he decidido postergar mi viaje a la República Popular de China
CFK

"La situación es abrumadora"
secretario general de la ONU Ban Ki-moon

"El concepto de izquierda y derecha va perdiendo vigencia"
Sebastián Piñera

"No hay otra solución que enviar los decretos al Congreso"
"Iremos a declarar en caso que el juez Oyarbide nos convoque"
Mauricio Macri

Los medios creen que ganó Hitler"
Ginés González García

"Yo, en lugar de Redrado, renunciaría"
Ricardo Alfonsín


" El Gobierno se ahoga en un vaso de agua"
Domingo Cavallo

domingo, 17 de enero de 2010

"Percibo turbulencia institucional. Generada por la oposición y con una enorme responsabilidad del vicepresidente de la Nación. Creo que esa turbulencia, la oposición va a tratar de mantenerla, instalando que nosotros somos los autoritarios y ellos los apegados a la ley. Están incumpliendo las leyes, pero a su vez tratando de demostrar que las leyes, en realidad, dicen lo que ellos dicen. Van a ser dos años más de gestión de este gobierno muy peleados y discutidos. Me extraña mucho que un partido tradicional como la Unión Cívica Radical no pare esto. "
Diana Conti

sábado, 16 de enero de 2010

"Desde que ocurrió el terremoto, cualquier ruido que escucho me aterra"
Mariana Solans argentina en Haití


"La economía está en manos de yuppies ególatras"
MARGARITA STOLBIZER


"Cobos ha incomodado al Gobierno y ayudado a parar la locura kirchnerista"
Mauricio Macri


"Las guerras del día a día conducen a grandes guerras"
Michael Haneke director ´Funny games´

"El cine es sinónimo de violencia"
Tarantino

"Me fascina Mastroianni"
Robert De Niro


"Las guerras del día a día conducen a grandes guerras"
Michael Haneke

viernes, 15 de enero de 2010

"La gente me felicita por la calle",
jueza en lo contencioso federal María José Sarmiento

"Si no sale el pase me quedaré a pelear un puesto"
Julio César Cáceres

"¿Eso es todo? ¿Sólo querían hablar? ¿Cuándo vendrá alguien que no sólo quiera hablar, que nos traiga un poco de ayuda?"

Habitante de Haiti

El peor analfabeto es el analfabeto político
No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política.No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.

Bertolt Brecht

"Cristina se equivocó"
"El Gobierno se niega a actuar con patriotismo"
Eduardo Duhalde

"Fue una imprudencia en un momento como éste, en el que tiene que prevalecer el profundo sentido patriótico"

Daniel Scioli


"Creen que me matan, pero yo creo que se suicidan"
Martín Redrado

"El Ejecutivo presiona a los jueces y algunos claudican"
Gregorio Badeni

"El africano en sí está maldito y todo lugar en el que habite está jodido"
El representante de Haití en Brasil, George Antoine

"Este año me lo juego a lo grande, pueden decir muchas cosas de mí, pero nunca que no me arriesgo. Los espero en el mes de mi Mundial"
Maradona

"Ricardo Fort Es un buen tipo, un chico que ha sentido la falta de afecto y que necesita un reconocimiento constante en lo que hace". "es un show mediático""Por ahora lo que hizo fue cantar cinco canciones en la televisión. Después, de ahí a decir que es un artista, supongo que lo va a demostrar cuando estrene su obra, si es que lo hace".
Anibal Pachano a Sebastian Basalo en radio 10


“No pretendemos tocar el cielo con la mano de la noche a la mañana, pero pretendemos ir enfrentando esos problemas y tratar de negociarlos y de hacerlo con el espíritu más creador posible”
José Mujica

miércoles, 13 de enero de 2010

“COBOS QUIERE SER PRESIDENTE ANTES DEL 2011”
“No me pienso mover de mi lugar”

martes, 12 de enero de 2010

"Conmigo no van a poder"
Mirtha Legrand

lunes, 11 de enero de 2010

"Comprar es como una droga. Cuanto más tienes, más quieres"
"Cuando estoy en Milán no sé cómo resistirme".'Ven y cómprame, ven y cómprame'. Y, total, así ayudo a la economía".

Victoria Beckham

"Las matemáticas son como una droga"
Marcus du Sautoy

visto:MalasPalabras via Twitter

domingo, 10 de enero de 2010

"No sé, soy una mezcla. Me gusta la política, la hago con facilidad. Pero al mismo tiempo soy una persona común. Me gusta estar con amigas, ir a misa, jugar al Burako. No estoy todo el día enchufada con la política. Hago yoga, escucho música clásica, leo. Soy profundamente libre. Cuando termino, corto. Lo peor que le ha pasado a la política argentina es haberse desprendido de la cultura cotidiana. Si alguna vez me votan los argentinos saben dónde vivo, qué hago, dónde camino y dónde veraneo. Para buscar cínicos busquen en otro lado. "

"Pero Kirchner no va a estar en 2011. Yo no tengo preocupación por Kirchner. No sé si va a ser candidato o no, pero es como tenerle miedo a Menem. Tranquilos. La Argentina del pasado ya fue. A ver. Lula no fue un especulador, Mujica no es un especulador, Bachelet tampoco. La Argentina está dañada por la especulación. Convierte en realidad la especulación. Este es un mal que aqueja a la clase política, pero también a los que escriben sobre la clase política. Es de una mediocridad lacerante."

"El gran error en ciencia política que comete el análisis político y periodístico es proyectar la coyuntura del futuro. Es la peor forma de predicción. Analizan como si nada fuera a suceder en el medio. Proyectan la encuesta de hoy al futuro. Es un error espectacular. En la Argentina todo cambia. Algunos dicen: "Carrió es bruja". Yo no soy bruja, hago análisis político en serio. Yo estudié treinta años. No soy bruja, soy competente y preparada y soy una profesional de la política. Por eso me parecen irrelevantes algunos temas de otros políticos. Están inmersos en una ficción. "

Elisa Carrio

"No desanduve ningún camino respecto a este proyecto"

"No se puede pedir silencio o sumisión ante decisiones que no fueron consultadas"

"Yo sigo pensando lo mismo y por lo tanto, no desanduve ningún camino respecto a este proyecto, como seguramente no lo hicieron Alberto Fernández, Sergio Massa, Alberto Abad, Graciela Ocaña, Martin Lousteau, Carlos Reutemann, Felipe Solá, Marta Oyhanarte, diputados y senadores, gobernadores e intendentes justicialistas y radicales que formaban parte del mismo"

"los argentinos están pidiendo paz y armonía" y que "ello se logra con el respeto a la ley y a las instituciones"

Julio C. Cobos

sábado, 9 de enero de 2010

Simone de Beauvoir, Hija de la Razón Crítica.
Mujeres del Siglo XX
* Inestimable presencia en la Francia de la Posguerra, El Segundo Sexo concentró lo mejor de su obra
* Le obsesionaba una Etica Humanista que desarrollaba desde su elección existencialista y atea
Martha Robles.
Nunca fue tocada por el misterio. Intimidante, exhibía lo grande y lo chico de su alma como un fogonazo. Se sabía diferente. Lo exageraba alardeando, aunque de suyo tuviera un ímpetu renovador inclinado a las grandes acciones. Castigaba la reflexión por una fórmula deslumbrante. Tuvo una inteligencia rápida a la que no preocupaba importunar o contradecirse. Era vertiginosa, directa, impositiva y curiosa. Amaba los riesgos, especialmente los que destacaban el papel del intelectual como un despertador de conciencias. El dilema existencial fue preocupación compartida con su compañero, el existencialista Jean Paul Sartre.
Sin embargo, sus obras tomaron otros caminos a partir de premisas que ambos desprendían de la circunstancia. Simone de Beauvoir prefería "pensar contra sí misma" a explorar, como él, el infierno de "los otros". La tentación de filosofar la condujo al compromiso político y éste recayó en su biografía como una espiral que le permitió recorrer su feminidad inconforme. Así, con representar una inestimable presencia crítica en la influyente Francia de la posguerra, en El Segundo Sexo (1949) concentró lo mejor de su obra.
Aseguraba que cedía en lo menor a cambio de una sinceridad total en su experiencia amorosa. De ella desprendía hipótesis, aciertos o aportaciones relacionados con su pregón libertario. De hecho, al establecer una liga aparentemente sin condiciones, ambos supieron que no les quedaba sino aceptar o ser cómplices de sus respectivas infidelidades: Apuesta que no les evitó el sufrimiento ni los condujo a testimoniar supuestas ventajas de "los caminos de la libertad". Aún así, ella se empeñó con mayor interés en probar que el matrimonio era una institución burguesa, obscena, dañina y lastimosa para hombres y mujeres, especialmente para mujeres. A la voz de que sólo el respeto fincado en el reconocimiento del otro salva lo perdurable de dos que se juntan, sin casarse ni vivir bajo el mismo techo, permanecieron uno al lado del otro desde sus días estudiantiles hasta la muerte de Sartre, el martes 15 de abril de 1979. Tuvieron periodos de distanciamiento y otros, los más, de una comunión tan ceñida que sus obras espejeaban la intensidad complementaria de que eran capaces como pareja pensante. Inclusive durante años se les consideró ejemplo a la vanguardia de intimidad deseable entre dos escritores. Simone lo lloró como viuda. A partir de entonces, confinó su senectud al silencio, como si la desaparición de su dialogante y fuente de inspiración hubiera apagado su natural incisivo.
En abril de 1978, en el filme Simone de Beauvoir por ella misma, confesó a Claude Lanzmann que deseaba ser conocida entre quienes jamás la hubieran leído. Agregó que un vanidoso deseo de veracidad la incitaba a crear un testimonio perdurable de su naturaleza poco apacible, mezcla de angustia y gusto por la vida. Si bien su talante le permitió destacar en la corriente existencialista, también encendió su afán de notoriedad al publicar en demasía sus juegos amorosos. En ese sentido, ella y Jean Paul consiguieron mantener un liderazgo de años en la imaginación de las nuevas generaciones; empero, al tiempo se cuestionó si aquella aventura era en realidad tolerable o tan libre como anunciaban. Es probable que transitaran del enamoramiento a la amistad amorosa; y, de ésta, a la solidaridad compasiva que permi d aceptar y comprender al otro sin enjuiciarlo ni condenarlo. Sobre la duda permaneció la influencia, y nadie podría negar que tan peculiar pareja al menos contribuyó a exhibir la hipocresía de las mentalidades en boga.
Abusaba de la palabra en detrimento de sus ideas. A su pesar caminaba a la sombra de Sartre, aun cuando abominaba de él o barruntaba alcances trascendentales por su emancipación literaria. "El mayor logro de mi vida es Sartre" dijo no obstante, al reconocer que por él había descubierto que no estaría sola frente al porvenir. Afirmación que, leída en su exacta hondura al paso de sus memorias, revela el significado trascendental de su sinceridad. En más de una ocasión, a lo largo de las décadas, su vínculo se antojaría una obra ensayada para los demás. Ambos defendían con demasiado ahínco esa idea de pareja que perdura sobre accidentes y aun por encima de pequeñeces que traslucen menosprecios machistas tan ofensivos como el que profiriera Sartre, creyendo que la elogiaba: "Lo maravilloso de Simone -declaró- es que tiene la inteligencia de un hombre y la sensibilidad de una mujer". Así era "El Castor", como gustara llamarla el filósofo, aunque aún en nuestros días los hombres no se acostumbren al raciocinio femenino ni haya quien no repita el prejuicio de que, ante una poderosa capacidad de discernimiento, seguramente se oculta cierta virtud viril, que por cierto tampoco es frecuente en la generalidad masculina porque la razón educada, a fin de cuentas, es atributo individual, sin distingo de sexo.
En su conmovedora despedida, La Ceremonia del Adiós (1981), Simone de Beauvoir, se retiró para siempre de la literatura con estas palabras, dirigidas al amado: "He aquí el primero de mis libros -sin duda el único- que usted no habrá leído antes de ser impreso (entre ellos siempre se hablaron de usted, forma que enfatizaba su cordialidad amistosa). Le está completamente consagrado, pero no le atañe ...] Cuando éramos jóvenes y al término de una discusión apasionada uno de los dos triunfaba con brillantez, le decía al otro: "lo tengo en la cajita!". Usted está ahora en la cajita; no saldrá de ella y no me reuniré con usted: Aunque me entierren a su lado, de sus cenizas a mis restos no habrá ningún pasadizo". Ciertamente, no se tendió ningún pasadizo entre sus restos; sin embargo, la memoria logró lo que la materia y la muerte impidieron: Permanecer unidos en el balance inquietante de una época que reveló la vida como inadmisible y penosa contingencia.
Con sugerir el dolor padecido al sellar una vida en común, también en la despedida repite Simone la costumbre de valerse de Sartre -así lo llamó en privado o en público- para encarecer su importancia en cada acto, suceso, carta, entrevista o examen de la situación en la que ambos resultaban involucrados. Todo en ella coincide en el anhelo de mitificar, mitificándose, al "intelectual": Una especie nueva, hija de la razón crítica, obligada a imponer una moral directriz contra o frente al poder y dispuesta a apoyar causas sociales, comprometiendo elposo de su razón de manera activa y directa. Consciente de que tenía que sortear además su realidad femenina, de suyo agregó al término una connotación de arrojo muy próxima a la imprudencia. Escribió más de una vez, por ejemplo, que el espinoso asunto de la violación era discutible, porque se necesitaban más de dos hombres para someter a una mujer. Luego rectificó, igual que en otros temas de carácter ideológico o político; pero jamás superó esa índole abrupta que, leída inclusive en nuestros días, estuvo más próxima al desasosiego que al apetito de sinceridad que enarbolaba como divisa de superioridad.
Sartre consideró al intelectual "un técnico del saber práctico" y que, según interpretaciones de Simone, "desgarraba la contradicción entre la universalidad del saber y lo particular de la clase dominante cuyo producto era". De ahí que, convencida ella misma de que el nuevo intelectual no podía ni debía sustraerse del sentido popular del pensamiento, cifrara su concepto de universalidad en la toma de posición de lo que reiteradamente situaba en una postura "comprometida".
Por la vastedad de sus miras, Simone creó una imagen diversa, múltiple y cambiante que no han conseguido superar otras escritoras contemporáneas: Viajó, enseñó, experimentó, discutió, escribió y comenzó a publicar a los treinta y seis años de edad, participó en las actividades políticas más connotadas de la izquierda y mantuvo un ojo siempre en alerta frente a los cambios. Miembro del Congreso del Movimiento de la Paz, viajó a Helsinki y, de su multicitada visita a la China de Mao extrajo su novela Los Mandarines, galardonada con el Premio Goncourt, en 1954. A pesar de su éxito al novelar sus ideas, prefirió la fidelidad al ensayo: Ahí se encontraba en libertad para conciliar a la memorista con la denunciante implacable que no despreciaba la imaginación para avivar su búsqueda de verdad, siempre indivisa del sentido de sinceridad que reconoció como guía de conducta. La obsesionaban las imágenes del destino, la ambigüedad y una ética humanista que desarrollaba a sus anchas desde su elección existencialista y atea.
La dosis de artificio con que impostaba su protagonismo en aquella cultura francesa que oscilaba entre las fronteras de la intransigencia ideológica, del idealismo redentor y la literatura de compromiso, le resultaría contraproducente, tanto en sus alegatos feministas posteriores al notable y original ensayo en dos tomos, El Segundo Sexo, como en la consolidación de una imagen personal menos novelesca frente a las generaciones prorrevolucionarias que consagraban en la pareja Sartre-Beauvoir el primer logro intelectual compartido de los tiempos modernos.
Su problema era la tentación del exceso, nunca la cortedad; de ahí que, en décadas atribuladas por veredictos sentenciosos, proliferación de dictaduras, rigores colonialistas y sistemas autoritarios que abarcaban tareas del pensamiento, Simone encontrara correspondencia con su deseo de cambiarlo todo y cambiarlo bien, en especial en lo relacionado al hallazgo teórico sobre la servidumbre femenina, cuyo brote liberador coincidía con destellos revolucionarios que, en apariencia, anticipaban un cambio esperanzador en el mundo.
Es indudable que el ámbito académico e intelectual del medio siglo vivía en alerta a los juicios de estos protagonistas de un existencialismo que, de acuerdo a presiones marxistas, se inclinaba con avidez al lenguaje de lo que bien se definiría, como los títulos arrasadores de Simone, La Fuerza de las Cosas (1963) o Para una Moral de la Ambigüedad (1947). Prefirió ubicarse del lado anticolonialista y discrepante antes que ceder, en la confusión empeorada por la posguerra mundial, a la corriente representada por un antifascismo que pronto mudaría en comunismo pro soviético, de una parte, y de otra en antiimperialismo, asignado a la expansión territorial de Estados Unidos en particular, y capitalista en general, por férreos seguidores de la URSS.
Ni ella ni Sartre tuvieron que esperar el término de la Guerra Fría para darse cuenta del cúmulo de atrocidades que ambos sistemas entrañaban, aunque sus simpatías, no siempre acertadas ni desprovistas de rectificaciones debido al prejuicio ideológico, tendieran siempre a la izquierda. Durante los años setenta se hicieron casi cotidianas sus intervenciones públicas en apoyo de los pueblos subyugados. Viajaron en 1974 a Portugal, un año después de ocurrida "la revolución de los claveles". En la revista Libération, en Le Monde o en Le Nouvel Observateur aparecieron entrevistas, declaraciones y escritos divulgados en casi todas las lenguas por Occidente, concentrados especialmente en los juicios de Sartre sobre la guerra de Angola, la intervención francesa en Vietnam, el modelo de autogestión yugoslava de Tito, las relaciones de la Beauvoir con el feminismo, los conflictos entre Palestina e Israel y cuanto cupiera en la célebre afirmación sartreana: "Las luchas con que me identifico son luchas mundiales".
Como no lo hiciera escritora alguna en el mundo, Simone echó a grupa de la filosofía sus embates políticos y, a caballo de su ateísmo, confirmado desde los 14 años de edad, una pasión creadora que la acompañó hasta su muerte. A propósito de la autodisciplina que la afamaba, dijo a Madeleine Gobeil, para The Paris Review, que siempre estaba apurada por empezar, aunque en general le disgustaba empezar el día. "Primero tomo el té y después, más o menos a las diez de la mañana, me pongo en actividad y trabajo hasta la una. Después veo a mis amigos y más tarde, a las cinco, vuelvo al trabajo y sigo hasta las nueve de la noche. No tengo problemas para retomar el hilo a la tarde. Cuando usted se vaya, leeré el periódico o tal vez saldré de compras. Casi siempre trabajar me resulta un placer (...) Veo a Sartre todas las noches, y con frecuencia a la hora del almuerzo. Generalmente trabajo en su casa durante la tarde".
Emprendió con bríos inusuales un radicalismo demoledor de lo inaceptable; empero, con sus Memorias de una Joven Formal, ensayo autobiográfico de 1958, y tras 23 libros publicados; después de abordar temas como la vejez y la muerte desde perspectivas tan dolorosas como la aceptación del deterioro físico y las luchas personales contra el propio pasado, y luego de incontables batallas contestatarias para crear, modestamente, el desorden que acaso reordenaría algunas vidas o sistemas sociales, confesó su desaliento ante la derrota: "Todo lo que hay es una inmensa desesperación que se expresa a través de ciertas formas de terrorismo. Quizá no es el momento de construir (...) No veo una esperanza positiva ni un porvenir radiante... Aun después de la derrota del capitalismo, estaremos todavía lejos de destruir las actitudes patriarcales". Esto y más dijo con tristeza a sus 76 años de edad cuando, a iniciativa del gobierno de Francois Mitterrand, en 1984, presidió una comisión oficial para incrementar expresiones culturales de la mujer, de las que se volvió símbolo y precursora del siglo XX.
Escribir y vivir fue una y la misma cosa. Escribir ensayos, novelas y memorias para vivir; y vivir para escribir en cualquier lugar, de cualquier manera, a condición de poner más de ella misma y de su experiencia, como oportunamente le recomendara Sartre, que de las cosas que suponía importantes por el hecho de ocupar la atención política de sus contemporáneos. La Invitada (1943) fue su primera obra novelada de gran aliento, lo que probó que la exactitud del pensamiento podría ser su preocupación, nunca el instrumento sostenido para desarrollar su talento. Previa a la escritura de El Ser y la Nada, es casi obvio que sus ideas sobre las relaciones humanas fueron el surtidor fundamental en la obra considerada como la más importante de su compañero. En esas páginas, ella narró sus amoríos triangulados y por demás extraños con Sartre y Olga Kosakiewics. Primera de otras experiencias similares, ésta marcó el estilo de una peculiar tendencia a entremezclarse con figuras cercanas a uno o la otra. Estudiante de Simone, Nathalie Sorokine se consideró entre las de mayor influencia al lado del filósofo, mientras que Jacques-Laurent Bost completabauacon Simone, un cuarteto que, lejos de consolidarse como experiencia recomendable, ofrecía fisuras de fragilidad sospechosa e inevitablemente relacionadas con sus quehaceres. Tolerantes en apariencia, nunca se supo hasta dónde quedaban afectados por estos amantes en tránsito que, en cierta forma, se exponían a modelos de supeditación, no obstante avaladas por su voluntad libertaria.
Muy joven aún, desde los quince de su edad, tuvo cosas qué decir. Por su importancia formativa, reconoció que fue larga la tentación de incurrir en imitaciones de sus lecturas adolescentes. Si como estudiante en La Sorbonne, donde conoció a Sartre, supo imponer su talento, al batallar con ideas no desdeñó el impacto causado por su reputación de inteligencia superior y comprometida. Como si fuera un presagio, se establecieron sus posiciones respectivas al obtener, en 1929, el grado en filosofía: Sartre el primer lugar; Simone, el segundo. En esa especie de simbiosis de la razón no consigue ocultarse la tremenda fuerza intelectual y persuasiva de ella: Un verdadero motor de discernimiento. Inclusive algunos estudiosos la consideran autora de las ideas fundamentales del existencialismo francés, incluido el de Sartre.
Hizo de su "desesperación absoluta" su único sostén, como escribiera citando a Lagneau en Memorias de una Joven Formal, al menos de manera literaria, para rellenar su ausencia de Dios y el sentido de su vida. Celosa vigilante de la soledad, le aterraba el aislamiento. Para combatirlo enarboló un feminismo profundamente intelectual sobre las bases de su necesidad de bastarse a sí misma. Apoyó el aborto, lo practicó y lo discutió públicamente desde la perspectiva inevitable de su mayor premisa: Cada conciencia que logra su libertad equivale a una superación perpetua de sí misma hacia otras libertades. Lejos de quedarse en lo anecdótico, en La sangre de los Otros (1944) explora su persistente preocupación por el tiempo y la muerte, así como el caos provocado por la Segunda Guerra Mundial. Ahí afirma algo que sería impacte te: "Es fácil pagar con la sangre de los otros..." En uno de sus capítulos destaca la discusión sobre el aborto de una pareja en términos de lealtad, amistad y amor. Maestra de mujeres, percibió desigualdades de clase y abismos que separaban los roles masculino y femenino en las sociedades ricas y pobres, tercermundistas y avanzadas. En común tienen sus personajes femeninos una confusión provocada por falsas nociones que los iguala ante una misma amenaza por la locura: "Muchísimas mujeres modernas sonlasí -afirmó-. Las mujeres están obligadas a representar lo que no son, a representar, por ejemplo, el papel de grandes cortesanas, a falsear su personalidad. Están al borde de la neurosis. Siento enorme simpatía por esa clase de mujeres. Me interesan mucho más que la madre y ama de casa equilibrada. Por supuesto, hay mujeres que me interesan todavía más, las que son tanto sinceras como independientes, las que trabajan y crean".
Nunca la abandonó el interés por desentrañar el complejo universo social que existe bajo la sujeción sexual y, para completar su repudio a la doble servidumbre de una mujer en un medio colonizado y atroz, no sólo apoyó a los rebeldes argelinos, sino que publicó, con Giséle Halimi, en 1962, Djamila Boupacha, estudió crítico que estremecería la conciencia mundial.
El hervidero externo alimentaba el furor de buscar libertades, ya que el sosiego le estaba proscrito. Eran los días del ascenso fascista en Italia, los del predominio de lo irracional sobre las tentativas liberadoras de la comunidad pensante. Sartre, a quien le atribuyeron un egoísmo monumental, padecía entonces una aguda y prolongada depresión que calificaría, posteriormente, como "la más trascendente de las soledades": La sinrazón de la libertad existencial. Viajaba por Europa, generalmente acompañado por "El Castor", acarreando esa melancolía que, en 1938, se convertiría en La Náusea, un monumento a la nada que algunos consideraron el más radical monumento a la fatalidad del ser. Tiempo, el más intenso, del nacional-socialismo, de la xenofobia hitleriana y de la propaganda nazi organizada para la violencia. Las universidades alemanas, en plena persecución racial e ideológica, padecían un agudo retroceso al exiliar a sus mejores hombres, liberales o judíos. Las dos corrientes convertidas en punta de lanza de una nueva crítica humana, individual la una, y de aspiraciones universales la otra, abrieron un gran paréntesis entre las premisas apenas esbozadas por Sartre y el existencialismo y, por otra parte, las postuladas por la Escuela de Francfurt, desde una visión totalizadora de la conciencia y la sociedad.
Joven aún, más aguerrida que nunca, Simone era como un río caudaloso en busca de cauce. "Ponerse en situación" era consigna. Nada mejor que la circunstancia europea para deslindar el compromiso que congregara una posición política y sus preocupaciones filosóficas: El ser, la crítica y la libertad, especialmente ante la inminencia del acoso. Durante la Pascua de 1932, Simone de Beauvoir arrastra a Sartre a Bretaña, animada por su inagotable curiosidad. El aprovechó su estancia para orinar sobre la tumba de Chatobriand y descubrir la existencia literaria de Kafka. Los presagios del absurdo anticipado por el genio de Praga coincidían con la tormenta que caería sobre Europa. La pareja francesa vivía etapas de inusual turbulencia. Es el tiempo en que Sartre padeció las memorables alucinaciones de una razón acosada. Sus figuraciones de escarabajos y langostas quedaron fundidos a razonamientos sobre la condición del hombre condenado a una irremediable soledad.
El pánico que invade a los franceses en marzo de 1935, coincide con la mayor crisis de Sartre, agudizada por su afán de experimentar alcances en las anomalías de la percepción. Simone, después de telefonearle al hospital Saint-Anne, donde le habían aplicado inyecciones de mezcalina, afirmó no sin preocupación: "Sartre me dijo con una voz confusa que mi llamada le arrancaba de un combate contra unos pulpos, en que ciertamente no hubiera llevado la mejor parte... No había tenido alucinaciones; pero los objetos que percibía se deformaban de una manera espantosa: Había visto paraguas, buitres, zapatos, esqueletos, rostros monstruosos; y por los lados, por detrás, se removían cangrejos, pulpos, cosas gesticulantes..."
Durante el clímax del nacional socialismo, los principales colaboradores de la Escuela de Francfurt -Theodor Adorno, Horkheimer, Marcuse, Fromm, Bloch y Kofker entre otros- fueron obligados a interrumpir sus tareas en torno de un renovador pensamiento marxista y crítico. La diáspora se hizo imparable. El fascismo, especialmente salvaje y anticultural, se ensañó contra académicos, escritores y artistas. Era la hora del asalto a la razón definida por Luckacs, el momento de la mayor crisis padecida por intelectuales europeos y la oportunidad para despertar una conciencia de libertad que especialmente Sartre y Simone derivarían hacia una reflexión de la muerte, desde su original imagen del infierno compartido con "los otros": La muerte es el fracaso de la vida.
Con el triunfo de los aliados, dos sentimientos dominaron el ánimo: Angustia y afán de liberación. El primero, por la proximidad de la muerte y los efectos fascistas que Simone no tardaría en incorporar en el tratamiento de sus temas. El segundo, sobre todo en Francia, por los cinco años de ocupación alemana. Una ideología rígida, vinculada a la fuerza militar, les provocaba repudio a cualquier acto de tiranía, a lo que se llamó "libertad de espíritu". Una actitud que habría de configurarse en sustento crítico de un renovado debate en favor de la dignidad humana. En medio de tan tremenda agitación, la Beauvoir deslindó las claves de su estética y su filosofía para recogerlas después en su Etica de la Ambigüedad: "Para que el artista tenga un mundo que expresar primero debe situarse en el mundo. Debe experimentarse como opresor u oprimido, resignado o rebelde, un hombre entre los hombres".
Solidaridad, fraternidad, independencia y comunicación fueron propósitos de "unidad sagrada" entre escritores que, desde París, recobraban un vital optimismo por cuanto consideraban "actitudes comprometidas": En lo individual, consciencia de sí, de la finitud existencial y la libertad limitada del "ser en situación": Elementos del lenguaje existencialista encabezados por Sartre y aplicados por Simone a lo largo de su obra. En lo social, repudio a las guerras, a las torturas y a posiciones totalitarias de partidos o sistemas políticos.
Años después -aún entre coetáneos- en definitiva se divulgaría ese lenguaje, con todo su vocabulario, como seña de identidad y punto de referencia crítico. Cúspide de unasoxpresión que congregó la mayor popularidad sartreana y el principio del fin de su condición de símbolo, 1968 fue, para la pareja, la mayor evidencia del cambio generacional, a pesar de que unas 50 mil personas se unieron al cortejo fúnebre del filósofo, principalmente jóvenes, y con todo y que a diario aparecen flores frescas sobre su tumba. Su influencia, sin embargo, sería tan poderosa que, desde su referencia, cualquier discrepante se sumó a la categoría de "intelectual" y otros se denominarían "escritores comprometidos", en función de la discrepancia, especialmente frente a las dictaduras, a la intolerancia y a la violación de derechos: Precisamente los móviles que, con el colonialismo cifrado en Argel, llevarían a Simone de Beauvoir a escribir El Segundo Sexo.
A pesar de su origen y situaciones precisos, el término "comprometido" ha variado desde entonces con la circunstancia nacional; pero, también, por las transformaciones de la literatura, de la política y la sociedad: Algunos autores soabienen que no hay más compromiso que el de la creación en sí, al margen de los acontecimientos políticos. Otros, más actuales y ajenos a la turbulencia política, insisten en la sola virtud del lenguaje, en cierto fervor por la voz, la propia, cuyo universo principia y concluye en una suerte de inventiva intimista. En todo caso, para aclarar u oponerse, persiste la sombra de estos dos seres infatigables en su tarea de concientizar a favor de una vida más digna.
El legado de la posguerra francesa, del que no puede sustraerse la importante presencia de Simone, continúa distinguiendo a las unívocas "actitudes de compromiso". Es decir, las de la inteligencia crítica al servicio de la fraternidad solidaria, apoyada en los imperativos éticos del humanismo. Con la aparición de la revista Les Temps Modernes, octubre de 1945, Sartre y Beauvoir compartieron esa disposición a la libertad de juicio y al enjuiciamiento con escritores con quienes poco o nada podrían identificarse. A pesar de sus diferencias, la colaboración parecía animada por una acción fraternal y relaciones que, lejos de pretender el convencimiento directo, se apoyaban en la defensa de los oprimidos de Argelia, contra la invasión de Vietnam, al denunciar el proceso Slansky o los campos de concentración soviéticos. Francia era el centro de sus juicios más radicales, aunque nunca su sola preocupación. Merleau-Ponty y Sartre escribirían una página memorable que pasaría a la historia como una de las críticas más valientes y anticipadas de la realidad soviética.
La historia política de la posguerra y sus implicaciones filosóficas están ceñidas tanto al destino literario como a la biografía íntima de ésta, una de las parejas más controvertidas de nuestra época. Aunque mucho se ha insistido sobre las peculiaridades de su ensayo amoroso, lo fundamental quedaría sellado por el juicio y sus intervenciones en hechos significados de la historia contemporánea. El afán de concordia rigió por igual su defensa del feminismo que su oposición a cualquier forma de domimio impune. Tal fue su manera de ser escritores, de publicarse; es decir, "de ponerse totalmente en cuestión, de comprometerse en cuerpo y alma en cada una de las manifestaciones de su pensamiento, así como en cada uno de sus actos", según escribiera Francis Jeanson en Jean Paul Sartre en su Vida.
De ambos y particularmente de Sartre procede la aspiración de un "socialismo libertario" -sociedad sin poderes-basado en su peculiar anarquía tramada de existencialismo ateo, tolerancia a la disconformidad necesaria y enriquecido por el ejercicio de la discusión, la libre crítica y la autonomía moral de cada uno. Era de esperar que, con el gaullismo, acabaran estos estallidos de solidaridad intelectual. Entonces los escritores ventilaron discrepancias, luchas políticas y corrientes del pensamiento disímiles. La violenta reacción que Sartre y Beauvoir manifestaran contra su entorno burgués los aproximaba, sólo en parte, a la izquierda europea, pero su liderazgo debía probarse en los cambios. A pesar de sus simpatías por el marxismo, nunca sostuvieron posiciones de abierta concordancia por considerarla contraria a sus principios de libertad y autonomía. Esta actitud de independencia ideológica y repudio a la burguesía fue enfatizada especialmente por Simone desde su primera novela, La Invitada, y sostenida hasta las últimas afirmaciones publicadas por Gallimard en La Ceremonia del Adiós.
La preocupación de Simone de Beauvoir quedó definida en la búsqueda de libertad del Hombre y para el Hombre, que habrá de enfrentarse a la fatalidad de una muerte sin Dios, sin demonio y sin esperanzas redentoras. Tras escribir novelas y ensayos integrados a la biografía personal y a la circunstancia francesa de la posguerra, determinó intereses y acción política en dos obras características de su polémica personalidad: Para una Moral de la Ambigüedad (1947), alegato sobre la falsa imposición divina de valores creados por el hombre y, la célebre obra de la incomodidad crítica, El Segundo Sexo (1949), cuya denuncia sobre la deliberada subordinación que el hombre, conductor de la sociedad, ha impuesto a la mujer con el señuelo de una absurda superioridad sexual, provocó las más enconadas reacciones de sus contemporáneos, inclusive la de Albert Camus. Hoy sabemos que este documento fue decisivo para consolidar la lucha del feminismo europeo y norteamericano y transformar viejos prejuicios e imperativos religiosos sobre la condición social de las mujeres.
Un carácter polémico, vitalidad desbordada, inteligencia crítica, aunque de tendencia reiterativa, hizo a Simone el personaje femenino más controvertido y fascinante del medio siglo. Su insistencia en recobrar la dignidad humana, y la de las mujeres en particular, comenzó en plena Segunda Guerra Mundial; luego, amplió sus perspectivas con la causa argelina y durante el desarrollo de los movimientos populares más disímiles. Donde brotaba un acto de humillación, de injusticia o totalitarismo, ella aparecía con un ensayo, un artículo, una entrevista, un reportaje, un libro o una denuncia. Se involucró en la red de Francis Jeanson, participó en el Tribunal Russell, se indignó ante la llegada de los tanques soviéticos a Budapest, en 1956; repudió la sinrazón de comunistas y burgueses: Tuvo "vergüenza" por la guerra que Francia desatara en Vietnam; rompió definitivamente con la URSS, a partir de la Primavera de Praga, en 1968, y no fueron leves sus críticas airadas a Estados Unidos.
Pocas mujeres, como ella, hicieron de su "actitud comprometida" una razón de ser. De allí las controversias que suscitaba y de allí, también, su consecuencia con la célebre consigna sartreana del "hombre en situación"; es decir, en este caso, el que es capaz y está en aptitud de diferir de las propias actitudes a partir del análisis de las "condiciones particulares", de las "situaciones concretas".
La celebridad de la Beauvoir no procede solamente del contenido polémico de su obra. Al vincular pensamiento y acción transformó su intimidad en suceso público: La singular relación con Sartre durante 50 años significaba un ensayo de libertad, de igualdad sexual, de fraternidad y de autonomía moral que contrastaba con el tedioso convencionalismo de las parejas burguesas. Tal ejemplo daba al traste con devastadores prejuicios amatorios y sexuales de los que, tradicionalmente, se ha alimentado la relación subordinada. Acaso esta realidad fuera más convincente por sus apariencias que las conclusiones del Segundo Sexo. Sus lectores estaban en alerta a los vaivenes de amasiatos peregrinos de la pareja, a las amisosdes de cada uno, a las reacciones públicas entre ellos, a las líneas autobiográficas y apasionadas de dos seres semejantes y aliados en lo fundamental, pero disímiles al enfrentar y abordar un problema íntimo.
Sartre confesó su pasión por comprender a los hombres. La Beauvoir, más desbordada, auscultaba las manifestaciones de la opresión hasta que, a través del feminismo, ordenó ciertos postulados sociales y características de sí misma que en cierta medida la independizaban del pensamiento sartreano. Al definir una teoría del rechazo a "subordinar los problemas femeninos a otros problemas tales como la lucha de clases y la voluntad mayor, un problema mayor que no debía ser subordinado a los otros", consolidó principios que sobre la libertad, la igualdad y la fraternidad había apuntado desde sus primeros escritos.
Mujer apasionada, singular y abrumadora. Su prosa refleja la velocidad atropellada de respuestas orales. La síntesis no fue, por cierto, una de sus virtudes. Su estilo representa uno de l.s actos de mayor fidelidad a sí misma: Ondulante entre el acierto y la abundancia verbal. De treguas esporádicas y pasajes tormentosos. Sentencias oportunas y largas exploraciones, hasta toparse con el hecho decisivo del cual pudiera reiniciar el ciclo de inquirirse a sí misma, ahondar en la angustia y criticar, a fondo y sin reservas, la conducta burguesa.
Nació en París, el 9 de enero de 1908, en una familia católica y sensible al valor de la cultura. Seguramente en su infancia escuchó noticias de las sufragistas inglesas y, común a su generación, creció marcada por las guerras. Especuló sin pudor, batalló con las palabras, alardeó, se lamentó por la atroz realidad femenina y jamás sucumbió frente a la tentación de la indolencia o del miedo a envejecer, que tan agudamente desentrañó en La Vejez (1970), obra maestra que desenmascara la cruel marginación del anciano que gasta sus años sorteando amenazas de soledad y miseria. "La desdicha de los ancianos es un signo de fracaso de la civilización contemporánea".
Y no se equivocó. Por eso prefirió ocultarse desde la desaparición del compañero hasta su propia muerte, el 14 de abril de 1986, a los 78 años de edad. Consecuente, digna y valiente, Simone de Beauvoir permanecerá en la memoria de quienes creemos, no obstante evidencias contrarias, que son posibles la igualdad, la fraternidad y la libertad entre hombres y mujeres.
Excelsior(México), 22 de febrero de 1.999

viernes, 8 de enero de 2010

"Si no supieron gobernar, que dejen hacerlo"
CFK

"la sana intención de encontrar una solución"
Julio C. Cobos

"Me podría haber matado"
Marco Patronelli

"Somos parte del establishment aunque parezca que estemos en contra"
Mario Pergolini



La agenda de Redrado
Anibal Fernandez por América


"Estamos buscando a la jueza, pero no la encontramos, le pedimos a la Policía Federal que la busque para que le de al Estado la misma posibilidad que le dio a Redrado"
Aníbal Fernández

"Se hizo Justicia"
Martín redrado

"Que aprenda cuál es el rol del vicepresidente"
CFK

"El titular del Banco Central será Miguel Pesce”
Aníbal Fernández

"El Banco Central no es unipersonal"
CFK

"No renuncié ni renunciaré"
M Redrado

“Redrado nos dijo que no va a dejar la presidencia”
Gerardo Morales

"Quiere meter la mano en la lata"
Francisco De Narváez

“Si el Gobierno saca las reservas en dos días es el fin del Gobierno”
Pino Solanas

“Redrado no debe acatar la medida, tiene que quedarse, presentarse ante la Justicia y pedir una medida cautelar”
Elisa Carrió

“Cuando todo el mundo se equivoca, todo el mundo tiene razón”.
Mauricio Macri

“Querella penal contra la Presidenta, todos los ministros y los miembros de la comisión bicameral que aprobaron el DNU”
Pino Solanas

“Hay un evidente conflicto de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo, pero es necesario que se comience a pronunciar el Poder Judicial”
Ernesto Sanz

“La Constitución no es una parada de subte”
Luis Juez

“Con o sin Redrado, no debe salir ni un solo dólar para pagar la deuda externa”.
Marcelo Parrilli

“Se estaba empezando a anarquizar el funcionamiento, no solo por la nueva aplicación del fondo del bicentenario, sino el funcionamiento normal del banco”
Amado Boudou

"La parte psicológica de su recuperación será realmente tremenda"
El padre de Diego Buonanotte

El sistema de seguridad “falló en gran medida”
Barack Obama

lunes, 4 de enero de 2010

"Si Cobos quiere ser candidato en 2011, debe renunciar a la vicepresidencia"
diputado de la UCR, Ricardo Alfonsín

“La ciencia es un bien público, le pertenece a cualquiera”
filósofo Andrew Feenberg

"¿Quién no quiere ir a una segunda vuelta con Kirchner?"
Mauricio Macri

domingo, 3 de enero de 2010

".Si todos los trabajadores pagan el Impuesto a las Ganancias, los jueces también tendrían que pagarlo. Es decir, o todos o ninguno. La igualdad ante la ley debe ser para todos".

La presidenta del Tribunal Superior de Córdoba, Mercedes Blanc de Arabel

"Los directivos saben que necesitamos los cuatro refuerzos"
Leonardo Astrada

Enter el campo y ciudad que se inunde el campo
Daniel Scioli

"Me encantaría medirme con Néstor Kirchner en las elecciones de 2011""no subestima" "es un obsesivo en sus decisiones"
Cleto Cobos

"Pampita ganó por nocaut"
Guillote Cóppola

"No nos dimos cuenta de que empezó un nuevo año",
Intendenta de San Antonio de Areco

"Me gusta ver a Boca dirigido por Basile"
El presidente de Boca, Jorge Ameal

"Me siento otra vez invencible"
Federer

"me encantaría medirme con Néstor Kirchner en las elecciones de 2011""no subestima" "es un obsesivo en sus decisiones"
El vicepresidente Julio Cobos

"Los jueces deberían pagar ganancias más que un gesto solidario, sería por la igualdad"
La presidenta del Tribunal Superior de Córdoba, Mercedes Blanc de Arabel

"Entre la ciudad y el campo, que se inunde el campo"
Daniel Scioli

"Menem es un seductor, un romántico nato"
Luisa Albinoni

sábado, 2 de enero de 2010

"Desconfío del Twitter porque está condenado a ser un registro de los tiempos muertos de cada individuo conectado a Internet: la gente suele relatar sus actividades justo cuando no hace gran cosa («Mastico un chicle bomba», «Miro largamente mis uñas»), de modo que o bien la actividad que describo es tan poco absorbente que me permite hacer su recuento en «tiempo real», o bien es a tal punto absorbente que no tiene cabida en el Twitter.
Los cuernos del dilema de esta nueva interfaz conducen inevitablemente hacia lo inane, hacia un simple encabezado que no tiene texto debajo. Lo demás es alarde, mini ficcióno necesidad desperada de reconocimiento. ¿Qué estás haciendo? La pregunta que plantea esta red social puede parecer inocente, incluso trivial. Pero la avalancha de respuestasque ha provocado, con millones de personas describiendo en pocas palabras sus actividades cada segundo, casi se diría compulsivamente, habla de una época dominada por la simplificación, lo mismo que por el morbo. Descreo del Twitter porque quien desde su teléfono móvil o desde sus horas de hastío frente a la computadora ha creído urgente
propagar por el ciberespacio –esa versión high-tech delos cuatro vientos– el curso de su vida, no hace sino aportar su granito de arena a la construcción del gran castillo de labanalidad. Desapruebo el Twitter porque allí la existenciano tiene la menor entidad sino hasta que es contada telegráficamente;porque cualquier acción carece de sustancia hasta que deja una estela escrita. Aborrezco el Twitter porque, al igual que esos turistas que nunca están plenamente en el lugar que visitan, tan preocupados se encuentran portomar la foto que dé fe de que estuvieron allí, los acólitos del Twitter no hacen plenamente lo que dicen que están haciendo haciendo a causa de su mismo afán por informarlo. Tal vez no esté mal que haya ventanas, pero las que abre el Twitter se antojan demasiado angostas y mal orientadas; mirillas para acercarse no al secreto de la intimidad sino a la extroversión de lo insulso. La reducida caja tipográfica de esa especie de microblog, que sólo admite ciento cuarenta caracteres, en vez de propiciar el laconismo, la
frase bien afilada en el pedernal del misterio, da pie a las oraciones más simples –sujeto-verbo-predicado, cuando mucho–, a un gorjeo monótono. No por nada twitter significa eso: «gorjeo», que, con perdón de los pájaros, designa también los esfuerzos destemplados del niño cuando empieza a hablar.
No me gusta el Twitter porque, aunque se presente como una ocasión para el encuentro, ofrece
un nuevo pretexto para el aislamiento. Como otras redes sociales (Facebook, Hi5, chat), promete la sociabilidad espectral de lo inalámbrico, la gélida camaradería de las pantallas electrónicas. Hablado de las repercusiones de esta bitácora en miniatura en lo que ya con cierta superstición denominamos «la realidad»: su potencial para cambiar las cosas, para organizar revueltas en una sola tarde. Pero las revueltas se gestan con o sin mensajes SMS, y al final lo que circula en el Twitter tiene tan poca incidencia que nadie le presta demasiada atención. Por eso me eriza la piel; porque todo allí es fútil y evanescente, como si no hubiera tenido lugar. Prueben si no a revelar sus crímenes (o sus planes de cometerlos). No pasa nada, ni siquiera responde el eco. ¿Qué es entonces lo que desfila día y noche por el Twitter? Además de cables noticiosos y «revelaciones» sensacionalistas, lo que abunda son gritos de auxilio de solitarios que no saben cómo desenchufarse; confesiones voluntarias de quienes han comprendido que sus movimientos son vigilados y a la vez poco importan. Antes de escribir estas líneas desdeñaba la moda del Twitter, pero ahora la detesto. Porque encarna el triunfo de la acción sobre la crítica, del chisme sobre el enigma, de la descripción sobre la insinuación, de lo inmediato sobre lo imposible, el Twitter condensa el signo trágico de la impudicia de la sociedad contemporánea: canales de comunicación siempre abiertos para personas que no tienen nada que decir, para individuos aislados paradójicamente por la tecnología a los que, ay, sólo les queda el consuelo del gorjeo."


"Odio Twitter "
una diatriba de Luigi Amara


" Me gusta el Twitter porque es la dictadura de la brevedad: ha decidido que la vida misma cabe en ciento cuarenta caracteres y sanseacabó. Di tu verdad y rómpete.
Si algo tiene que explicarse con un par de letras más,es que no vale la pena explicarse. Adoro el Twitter porque adoro las paradojas: no hay forma de explicarle brevemente a nadie qué demonios es esta red social donde todos están publicando mensajes brevísimos. Defiendo el Twitter porqueno es humilde en absoluto. Nació como un sistema para satisfacer el exhibicionismo de los nerds que, gracias a Internet,ahora son cuasi celebridades que necesitan comunicarle al mundo qué están haciendo. A cada minuto. Baño y sexo incluidos. Me gusta el Twitter porque al final resultó que noera tan inocente y que, en ciertos casos, hasta puede ser peligroso.Ahora es la Quinta Espada de la Revolución Digital, la manera más rápida y efectiva para informarte de las protestas durante las elecciones en Irán, cuando el gobierno suprimió los satélites para que los corresponsales extranjeros no pudieran transmitir al resto del mundo lo que ocurría y,
entonces, los iraníes se volcaron a sus celulares para tuitear sus protestas. Soy feliz con el Twitter porque la cantidad deinformación que circula en sus venas es espeluznante. Agregaen tus contactos a los tuiteros correctos y listo. Desde la BBC hasta el tipo que no puede dejar de comentar ningún escándalo de la prensa de espectáculos, todos ellos, terminantrabajando para ti y te cuentan en ciento cuarenta caracteres lo que está ocurriendo allá afuera. Ya no tienes que salir a buscar la información, ella te busca, ansiosa. Hay quienes,como los periodistas, nos pasamos la mitad de nuestros días esperando algo o a alguien. Y si no te acompaña un libro durantela espera, nada mejor que un Blackberry o un iPhone para entrar al Twitter y matar el tiempo. Me gusta el Twitter porque es cuestiónnde lanzar una pregunta al aire para salir de cualquier duda. ¿Por qué debería gustarme el Twitter? Porque gracias a él @franco626 es el más cool e informado de su oficina; porque es la única distracción online que no han podido bloquear
en el trabajo de @aledu7; porque @breno ahora tiene la ilusión de que a la gente realmente le importa saber si desayunó; porque, de vez en cuando, un empresario apodado Mero Loco, viejo amante de una vieja vedette, tuitea un directísimo «ablen» que me alegra el día; porque le permite a @jimmyfa decirle directa y públicamente al conductor de televisión Bruno Pinasco que está harto de sus maravillosos viajes por el mundo y de sus fotos con todas las estrellas de Hollywood; porque el galán de telenovelas Christian Meier tuitea desde su smartphone cada link extraño que encuentra, cada chiste tonto que le envían y cada minuto de su vida, y entonces quizá yo no sea ni tan nerd ni tan exhibicionista después de todo. Me fascina el Twitter porque no he visto jamás a las personas que acabo de mencionar pero siento una inquitante empatía con ellos. Me gusta el Twitter porque no es una monstruosidad demográfica como lo es el Facebook,
y no lo es porque el Twitter (sólo dos millones de usuarios activos en el mundo), al final, es fiel a sus raíces: enviar mensajes cortos y punto. Nada de atiborrarse de jueguitos o tests o pedidos de «únete a mi causa». Me gusta el Twitter porque la gente, tarde o temprano, termina revelándose tal como es, en vez de refugiarse detrás de un álbum de fotos digitales. En el Twitter la palabra tiene el monopolio de tu imagen. Eres lo que dices, no lo que muestras. En el Facebook
todo el mundo asegura que «le gusta esto» y todos tus «amigos» comentan lo lindas, preciosas y bien encuadradas que están tus fotos. En el Twitter, para empezar,no tienes «amigos» (a quién vamos a engañar, vamos), tienes «seguidores » (de tus mensajes, claro). Defiendo el Twitter porque pronto se volverá algo cotidiano, se esfumarán los debates a su alrededor y habrá pasado de moda. En cualquier caso, estoy seguro de que algún día podré dejar de defenderlo, podré abandonarlo, podré olvidarlo y me engancharé con la siguiente cojudecita tecnológica que aparezca. De eso se trata. Al final, me gusta el Twitter porque me gustan los amores efímeros."

"Amo Twitter "
una defensa de Marco Sifuentes

“Es un gran dolor, pero hay que asumir lo resuelto por la Justicia”, arrancó el arzobispo de Córdoba para referirse a la reciente condena judicial por abuso sexual agravado del también arzobispo, aunque emérito, Edgardo Storni. Carlos Ñáñez fue la primera y hasta ahora única voz eclesiástica en pronunciarse sobre el fallo. “Creo que (en la Conferencia Episcopal Argentina) se conversará del tema con la delicadeza del caso”, vaticinó, aunque en seguida dejó claro que el asunto no pasará de una charla: una eventual sanción interna para Storni “es una instancia que compete a la Santa Sede”.

PIRULO DE TAPA
Pagina12

viernes, 1 de enero de 2010



Le Love

"A Duhalde se le escapa la tortuga"
Sergio Uribarri