Paul cree que nuestros cuerpos no se han adaptado a las reacciones que nos pide el mundo de hoy: “Hay una especie de retraso, nuestros cuerpos y mentes no han atrapado este nuevo metabolismo”
¿es posible realmente eso de dejar el móvil sin desconectar? “Incluso cuando apagas el móvil, sabes que están llegando cosas y sabes que tendrás que afrontarlas cuando vuelvas a conectarte. Nunca eres completamente libre de esa idea para poder decir que estás por ahí solo en el mundo”
“En internet nada se cierra nunca del todo”. Como los ex, que antes desaparecían de nuestras vidas y ahora siguen presentes por culpa de las redes sociales. El último capítulo del libro habla precisamente del cierre o conclusión, que con internet nunca es definitivo. El pasado siempre acompaña.
El libro no está escrito para lamentarse por un mundo que ha desaparecido. “Soy nostálgica, sentimental y pesimista, pero también soy consciente de que algunas de estas novedades son buenas”, explica. “¿Qué hubiéramos hecho durante el confinamiento sin internet? Nos salvó la vida”