-¿Pensaron en cambiar el sistema de identificación de los usuarios, para evitar a los anónimos?
-No podemos hacer eso, porque sería cambiar la dinámica del producto. Los fakes funcionan, la gente los ama. Pero no podemos obligar a la gente a poner sus nombres porque cambiaríamos el concepto del producto.
-¿La violencia y las agresiones fueron un problema real para Twitter?
-Es un problema de todas las redes sociales, aunque Twitter lo sufrió más por ser tan abierta. La libertad implica eso, es la otra cara de la moneda. Pero vamos a seguir cerrando cuentas de los trolls y de la gente que se dedica a odiar. Ellos son como un virus para Twitter.
Guillherme Ribenboim