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Lugar: Argentina

lunes, 18 de abril de 2011



" ....Mientras sorprendido escucho:

- Te cambio al Zahir por mi Aleph

¿Mi Zahir por tu Aleph?

- Si, por mi Aleph, yo lo hube buscado y encontrado.

¿Y donde lo encontraste?

- En la calle Garay, dentro una casa vieja, en el ángulo izquierdo del sótano.

¿Y qué es un Aleph?

- ¡Ah! es uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos. Entonces, cambiamos?

¿Y, es tuyo?

- Claro que es mío… yo lo descubrí en la niñez, antes de la edad escolar. En el sótano, ya te lo dije. Mis tíos me tenían prohibido el descenso, pero alguien dijo que había un mundo en el sótano. Bajé secretamente, rodé por la escalera vedada, caí. Al abrir los ojos, vi el Aleph.

¿Me puedes describir que es el Aleph?

- Si, es el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos.

(Por un momento pense que este tipo estaba loco) ¿Déjame verlo?

- ¡Dame el Zahir y lo veraz!

Ten la moneda.

- El Aleph está aquí, bajando este sótano… me voy, bajo la trampa y te quedas solo, para que no se vaya querer escapar,…claro está que si no lo ves, tu incapacidad no invalida mi testimonio…baja; muy en breve…

Bajé con rapidez, harto de sus palabras insustanciales…empecé a buscar… cerré los ojos y los abrí. Entonces lo vi, el espacio cósmico estaba ahí.

Vi al rey de la reina y de los hechicero… ciudad en donde…los Yahoos duermen donde los encuentra la noche…

Vi …a una chica que ha enloquecido y que en su dormitorio los espejos están velados pues en ellos ve un reflejo usurpando el suyo, y tiembla y calla por ser consciente o inconscientemente perseguida mágicamente.

Vi …un sentido en lugar de cinco, en un mundo de individuos que pueden comunicarse entre ellos, por medio de palabras, como dijo Schopenhauer, la música no es algo que se agrega al mundo; la música ya es un mundo.

Vi un edificio…dentro de un terreno rectangular de seis metros de frente y algo menos de dieciocho de fondo. Cada una de las seis puertas que agotan la fachada de la planta baja comunica, al cabo de noventa centímetros, con otra puerta igual de una sola hoja y así sucesivamente, hasta llegar al cabo de diecisiete puertas, al muro de fondo. Sobrios tabiques laterales dividen los seis sistemas paralelos, que forman un conjunto de ciento dos puertas. Desde los balcones de la casa de enfrente, el estudioso puede atisbar que el primer piso abunda en escaleras de seis gradas que ascienden y descienden en zigzag; el segundo, consta exclusivamente de ventanas; el tercero, de umbrales; cuarto y último, de pisos y techos, el edificio es de cristal.

Vi el populoso mar, el alba y la tarde,

vi las muchedumbres de América,

vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo,

vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó,

vi racimos, vi nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua,

vi un círculo de tierra seca en una vereda,

vi la noche y el día contemporáneo,

vi tigres, bisontes, marejadas y ejércitos,

vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte,

vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, y en la tierra otra ves el Aleph y en el Aleph la tierra,

vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré,

porque mis ojos habían visto ese objeto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpaban los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo. "


Jose Luís Lizárraga Valdéz



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