" Twitter no es amigo del silencio. En Twitter siempre es posible decir, aunque no haya lo qué decir: no se requiere una pretensión ni una búsqueda estética, siempre hay una excusa para tuitear. El silencio, en cambio, es un estado de desaparición allí. El silencio en Twitter constituye un espacio vacío, un agujero negro en el que cientos de expresiones de lenguaje se superponen. Pero esto no significa simplemente un vacío del lenguaje, sino que su efectividad y belleza se juega en esa perversión creadora: es una experiencia temporal que presiona en el espacio, y hasta se transforma en archivo. Es saturación y exceso, pero al mismo tiempo, se construye sobre la base de la simplicidad numérica de la palabra. Twitter juega con la multidimensionalidad y la expresión del lenguaje, allí encuentra nuevos límites y crea sus propias normas.
No es sólo una cuestión temporal sobre aquello que se lee en tiempo real, en donde los 140 caracteres aparecen y desaparecen continuamente, sino que también se va construyendo una memoria, frágil, como un castillo de naipes.
Twitter es un archivo que puede ser destruido en el instante que se produce la eliminación del tuit, pero al mismo tiempo constituye una revolución del aquí y ahora que abre las posibilidades del lenguaje poético y del intercambio. Twitter enfrenta el lenguaje poético y su pretensión de trascendencia, a una plataforma que se construye sobre lo efímero del aquí ahora y de la inmediatez. Una palabra que pasa y deja de estar frente a la pantalla, para ir cayendo en un archivo quebradizo que con el tiempo se va perdiendo dentro del universo ciberespacial.
¿Twitter es poesía? No, Twitter reconstruye un lenguaje que permite una renovación de la expresión poética, sobre la base de lo inmediato y conciso, un acto que genera en un segundo una sensación que obliga a marcar o retuitear esas palabras. Y si la poesía se convierte en ese acto-acción que conmueve o moviliza a través de un tuit, entonces Twitter multiplica y se sostiene sobre el efecto: solamente aquello que produce, ese “algo” en quien lo lee, podrá alargar su vida del micro-poema en el mundo de la web.
Es cuestión de retuit.
La poesía es supervivencia y lo que está en juego es un modo de renovar el lenguaje poético en una nueva dimensión del lenguaje. Y ante el agotamiento de la tradición poética del libro, Twitter fuerza la lectura, revitalizando una expresión sintética y violenta. La violencia de quienes arrancan del silencio la palabra.
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